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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: LÉXICO - LAS COSAS Y SUS NOMBRES - LA FRASE - EL REFRÁN...

LÉXICO - LAS COSAS Y SUS NOMBRES - LA FRASE - EL REFRÁN - FIESTAS

TEMAS DEL DIA EN EL ALMANAQUE

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LÉXICO: MEDICINA - EDUCACIÓN - RELIGIÓN - DERECHO-POLÍTICA - AMOR Y SEXO - ECOLOGÍA

TEMA DEL DIA - SANTA MARÍA, LA VIRGEN DE AGOSTO, LA ASUNCIÓN

Un observador externo del cristianismo, que lo analizase con la misma perspectiva con que analiza otras religiones, diría que el cielo cristiano está formado por tres grandes divinidades: Dios Padre, Dios Hijo, y Diosa Madre; y junto a ellos una inmensa pléyade de semidioses.

La morada de Dios Padre sería el cielo, desde toda la eternidad, sin haber pasado por la tierra; mientras la morada de Dios Hijo habría sido la tierra, por la que habría pasado para redimir al hombre mediante su pasión y muerte, y luego resucitar y subir al cielo y colocarse a la derecha del Dios Padre, es decir compartir con él el poder y la gloria.

Y la morada de la Diosa Madre también habría sido la tierra, por la que habría pasado para cumplir su misión de Madre de Dios, la misión de acercar Dios al hombre, de traérselo a la tierra. Una vez cumplida su santa misión, Dios Padre se la habría llevado (assumpta) al cielo. Y esta sería la fiesta que un observador lego contaría que celebra hoy el cristianismo: el día en que Dios se llevó al cielo a la Madre de su Hijo.

¿Fiesta grande? Grandiosa, enorme. La fiesta de la Diosa Mujer, de la Diosa Madre. La única, la Intemerata, la Mujer perfecta, en la que se demuestra que para el cristianismo en la mujer cabe tanta dignidad y tanta gloria como en el hombre, pero añadiéndole el encanto maternal y femenino. Su nombre es María. El gran nombre de mujer. El único nombre divino. El mayor nombre de toda la cristiandad.

Tan grande es, que además de llevarlo muchísimas mujeres como su nombre propio, otras muchísimas lucen doble nombre, siendo uno de ellos María. El primero generalmente. Y no sólo eso, sino que tampoco los hombres han querido renunciar a él, y lo llevan en compuestos (el más popular de todos ellos, José María); algunos de ellos, a piñón fijo, como por ejemplo los benedictinos y otros religiosos, tengan el nombre que tengan, al entrar en religión le añaden a su nombre el de María. Esta costumbre se ha extendido muchísimo, de tal manera que se considera como un toque de elegancia y distinción completar el propio nombre con el de María (Luis María, Ricardo María, Antonio María...)

Es el gran toque de feminidad con que se honran hombres sensibles que en su nombre quieren rendir homenaje a la Mujer y a la Madre. Además tiene de particular el nombre de María en los hombres, que es voluntario. Que quien lo lleva de nacimiento puede optar por usarlo o arrinconarlo; y quien no lo tiene de pila puede optar por añadírselo (ocurre especialmente, aunque no exclusivamente entre religiosos). Y porque el 15 de agosto la Iglesia celebra el momento de la glorificación de María, del premio por su valiosísima contribución a la restauración de la humanidad, por eso es éste el día que eligen la inmensa mayoría de las Marías para celebrar su onomástica.

EL ALMANAQUE felicita de corazón a todas las Marías y a todos y todas los que tienen y las que tienen añadido a su nombre el de María, porque es su onomástica y porque tienen un nombre que merece celebrarse como el que más. ¡Felicidades!

UNA FRASE - Un gran prodigio apareció en el cielo: la mujer vestida con el sol y con la luna como pedestal; y en su cabeza una corona de doce estrellas. Apocalipsis

Con estas palabras empieza la misa de la Asunción, la gran fiesta de la exaltación definitiva de María, y con ella de la mujer en la cultura que hoy denominamos humanismo cristiano.