ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Septiembre, el mes de las dietas milagro...

Septiembre, el mes de las dietas milagro

Nutritienda. com da unos consejos para adelgazar de forma segura y equilibrada huyendo de los milagros

La mayoría de los españoles ya ha terminado sus vacaciones, han sido semanas de descanso y desconexión, que a muchos les han servido para volver con las pilas cargadas, pero también con unos cuántos kilos de más. Según datos que maneja www. nutritienda. com, la empresa online líder en productos de salud y belleza, seis de cada diez españoles engordan en verano. Estos datos aumentan significativamente en las personas que se encuentran entre 40 y 60 años, ya que casi un 80 % de ellas habrán subido de peso. Por sexos, cinco de cada diez de ellas engordan frente a siete de cada diez ellos.

Los cambios en las rutinas diarias, en los horarios y en los hábitos alimenticios hacen que se engorde una media de dos a tres kilos entre julio y agosto. Durante el verano, y más en las vacaciones, la ingesta de alcohol aumenta, las comidas fuera de casa se hacen de manera habitual, nos damos más caprichitos y los buffets libres en los hoteles son todo una tentación. Además, más del 30 % de las personas hace menos ejercicio.

Y claro, llega septiembre y con él las ganas de adelgazar. La gran mayoría de gente quiere quitarse esos kilos de más de forma rápida y sencilla y acuden a dietas milagro que no son buenas para la salud y que provocan el temido efecto rebote. Estas dietas se caracterizan por una ingesta de pocas calorías en unos días o semanas que provocan una pérdida de peso muy brusco poniendo en peligro nuestra salud. Por ello, los expertos de Nutritienda. com enumeran las dietas milagro más frecuentes y dan unos consejos para adelgazar de forma segura, sana y equilibrada haciendo una reeducación alimentaria y evitando una vida sedentaria:

Dietas de pocas calorías
Son dietas en las que se ingieren muy pocas calorías, 500 kcal o menos, repartidas a lo largo del día. Son dietas llamadas de choque y sus efectos son muy perjudiciales para la salud si se mantienen un largo periodo de tiempo. Es difícil consumir todos los nutrientes que se necesitan en una dieta de menos de 1.300 kcal. Son dietas que debilitan el sistema inmunitario y aumentan la probabilidad de enfermar.

Dietas de un solo alimento
Son dietas basadas en el consumo de un alimento en concreto, como el pollo o el huevo. Las que más de moda están son las que se basan en verduras o frutas como la manzana o la alcachofa que pueden provocar muchos déficits alimentarios. Este tipo de dietas causan estados carenciales ya que un solo alimento no puede cubrir los nutrientes que el cuerpo necesita, pueden provocar anemia, problemas intestinales, irritabilidad, sequedad de piel, caída de pelo y ansiedad.

Dietas excluyentes
Las dietas excluyentes son las que excluyen un alimento concreto como pueden ser los hidratos de carbono, sin diferenciar los buenos de los malos. Con este tipo de dietas aumenta el colesterol malo, además, se pierden otro tipo de nutrientes asociados a los carbohidratos procedentes de las frutas o de los cereales integrales, como son la fibra y muchas de las vitaminas y minerales. Esto puede hacer que el organismo no funcione adecuadamente.

Dietas del grupo sanguíneo
Parece increíble, pero hay dietas que se basan en el grupo sanguíneo, según el grupo que se tenga hay que tomar unos alimentos concretos, por ejemplo, los del grupo sanguíneo 0, según esta dieta, deben tomar carne y evitar los lácteos, los del A deben evitar la carne y comer más pescado, los del grupo B toleran mejor todos los alimentos y tienen menos restricciones. Y así con cada grupo sanguíneo, evidentemente no tiene ninguna base científica pero mucha gente hace esta dieta creyendo cada cosa que se les dice.

Dieta hiperproteica
La dieta hiperproteica consiste en ingerir todas las proteínas que se quiera evitando tomar hidratos de carbono, e incluso, en las más radicales, verduras y frutas. Se pierde peso rápidamente debido a que las proteínas sacian y el organismo obtiene energía a través de la quema grasa almacenada. Es decir, el cuerpo entra en cetosis. Los riesgos que conlleva este proceso son que el cuerpo tiende a deshidratarse y los huesos pueden descalcificarse, llegando incluso a fracturarse. Además, pueden producirse cálculos, piedras y, por un aumento del consumo de purinas, existe el riesgo de sufrir enfermedades como la gota. También, se alteran las funciones renales, hepáticas y la endocrina produciéndose también una alteración hormonal.