
Primeros años
Cipriano tenía un origen rico y distinguido. Se debate sobre si perteneció a la clase curial o senatorial, aunque se opta en la mayoría de la historiografía por la primera. De hecho, su martirio se produjo en su propia villa. En la biografía de su discípulo, Poncio de Cartago, se narra cómo vende sus bienes y fincas, porque su riqueza tuvo que ser considerable. La fecha de su conversión al cristianismo es desconocida, pero tras su bautismo entre 245 y 248 donó una porción de su riqueza a los pobres de Cartago, convirtiéndose al cristianismo con 35 años. Era púnico o quizá bereber.
Su nombre original era Thascios; tomó el nombre adicional de Caecilius en memoria del presbítero al que debía su conversión. Antes de esto fue profesor de retórica. En los primeros años de su conversión escribió una Epistola ad Donatum de gratia Dei («Carta a Donato sobre la gracia de Dios») y los tres libros de Testimoniorum Libri Tres o Testimoniorum ad Quirinus, que seguían los modelos de Tertuliano, que influyó sobre su estilo y pensamiento, y detallando cómo las antiguas profecías no fueron reconocidas por los judíos en cuanto éstos no aceptaron a Cristo, perdiendo así sus privilegios y siendo sustituidos por los cristianos.
Cipriano tenía un origen rico y distinguido. Se debate sobre si perteneció a la clase curial o senatorial, aunque se opta en la mayoría de la historiografía por la primera. De hecho, su martirio se produjo en su propia villa. En la biografía de su discípulo, Poncio de Cartago, se narra cómo vende sus bienes y fincas, porque su riqueza tuvo que ser considerable. La fecha de su conversión al cristianismo es desconocida, pero tras su bautismo entre 245 y 248 donó una porción de su riqueza a los pobres de Cartago, convirtiéndose al cristianismo con 35 años. Era púnico o quizá bereber.
Su nombre original era Thascios; tomó el nombre adicional de Caecilius en memoria del presbítero al que debía su conversión. Antes de esto fue profesor de retórica. En los primeros años de su conversión escribió una Epistola ad Donatum de gratia Dei («Carta a Donato sobre la gracia de Dios») y los tres libros de Testimoniorum Libri Tres o Testimoniorum ad Quirinus, que seguían los modelos de Tertuliano, que influyó sobre su estilo y pensamiento, y detallando cómo las antiguas profecías no fueron reconocidas por los judíos en cuanto éstos no aceptaron a Cristo, perdiendo así sus privilegios y siendo sustituidos por los cristianos.