
Biografía
Primeros años
José María Desa nació en Copertino, Lecce, el 17 de junio de 1603. Era el último hijo de Félix y Francisca Panaca. Educado cristianamente por su madre, a pesar de las dificultades económicas, paso rápidamente de los primeros estudios al trabajo, manifestando poco interés por ambos. Pronto despertó en él una atracción genuina por la vida religiosa.
Así, a los 17 años pidió ser admitido como franciscano en la Orden de los frailes menores conventuales pero no lo logró por su escasa formación escolar. Perseverando en el ideal franciscano, intentó en vano entrar a los Hermanos menores reformados, y después, solicitó ser recibido por los capuchinos y fue aceptado como hermano lego, asumiendo el nombre de Esteban de Cupertino, pero no logró terminar siquiera el año de noviciado, por lo que fue expulsado por ineptitud.
Gracias a la ayuda de Juan Donato Caputo, un hombre conventual, ingresó como terciario y mandadero en el convento de Grotella de los padres franciscanos. Pronto con su humildad y su amabilidad, con su espíritu de penitencia y su amor por la oración, se fue ganando la estimación y el aprecio de los religiosos, y en 1625, por votación unánime de todos los frailes de esa comunidad, fue admitido como religioso franciscano.
Lo pusieron a estudiar para prepararse al sacerdocio, pero en los exámenes no era capaz de responder. Llegaron los exámenes y Fray José la única frase del evangelio que era capaz de explicar completamente bien era aquella que dice: "Bendito el fruto de tu vientre, Jesús". Al empezar el examen, el jefe de los examinadores dijo: «Voy a abrir el evangelio, y la primera frase que salga, será la que tenga que explicar». Y salió precisamente esa. En el examen definitivo, tras haber examinado el obispo a los primeros diez, quienes respondieron maravillosamente bien todas las preguntas, suspendió el examen diciendo: « ¿Para qué seguir examinando a los demás si todos se encuentran tan formidablemente preparados?» y de esta manera aprobó los exámenes José de Cupertino. Todas estas circunstancias fueron interpretadas como providenciales.
En 1628 fue ordenado sacerdote en Poggiardo; durante 10 años ejerció el sacerdocio en Copertino, atrayendo pronto a multitudes de peregrinos.
Primeros años
José María Desa nació en Copertino, Lecce, el 17 de junio de 1603. Era el último hijo de Félix y Francisca Panaca. Educado cristianamente por su madre, a pesar de las dificultades económicas, paso rápidamente de los primeros estudios al trabajo, manifestando poco interés por ambos. Pronto despertó en él una atracción genuina por la vida religiosa.
Así, a los 17 años pidió ser admitido como franciscano en la Orden de los frailes menores conventuales pero no lo logró por su escasa formación escolar. Perseverando en el ideal franciscano, intentó en vano entrar a los Hermanos menores reformados, y después, solicitó ser recibido por los capuchinos y fue aceptado como hermano lego, asumiendo el nombre de Esteban de Cupertino, pero no logró terminar siquiera el año de noviciado, por lo que fue expulsado por ineptitud.
Gracias a la ayuda de Juan Donato Caputo, un hombre conventual, ingresó como terciario y mandadero en el convento de Grotella de los padres franciscanos. Pronto con su humildad y su amabilidad, con su espíritu de penitencia y su amor por la oración, se fue ganando la estimación y el aprecio de los religiosos, y en 1625, por votación unánime de todos los frailes de esa comunidad, fue admitido como religioso franciscano.
Lo pusieron a estudiar para prepararse al sacerdocio, pero en los exámenes no era capaz de responder. Llegaron los exámenes y Fray José la única frase del evangelio que era capaz de explicar completamente bien era aquella que dice: "Bendito el fruto de tu vientre, Jesús". Al empezar el examen, el jefe de los examinadores dijo: «Voy a abrir el evangelio, y la primera frase que salga, será la que tenga que explicar». Y salió precisamente esa. En el examen definitivo, tras haber examinado el obispo a los primeros diez, quienes respondieron maravillosamente bien todas las preguntas, suspendió el examen diciendo: « ¿Para qué seguir examinando a los demás si todos se encuentran tan formidablemente preparados?» y de esta manera aprobó los exámenes José de Cupertino. Todas estas circunstancias fueron interpretadas como providenciales.
En 1628 fue ordenado sacerdote en Poggiardo; durante 10 años ejerció el sacerdocio en Copertino, atrayendo pronto a multitudes de peregrinos.