Iconografía y patronazgo
Se le representa con los símbolos de un crucifijo y un ciervo en relación con su conversión, y con un horno, por su muerte, cuando es encerrado con su familia en un toro de bronce, bajo el que se enciende una hoguera. Es el patrón de los cazadores y se le invoca ante las situaciones difíciles y los problemas familiares.
Le están consagradas la iglesia de Saint-Eustache en París, una iglesia en Versalles, una en Quebec, una en la Alta Saboya y la iglesia de San Eustaquio, en Sanlúcar la Mayor, donde se le atribuye el milagro además de ser el patrón dicha localidad. Asimismo, comparte con San Huberto el peculiar honor de haber inspirado el logotipo del licor de hierbas Jägermeister.
Se le representa con los símbolos de un crucifijo y un ciervo en relación con su conversión, y con un horno, por su muerte, cuando es encerrado con su familia en un toro de bronce, bajo el que se enciende una hoguera. Es el patrón de los cazadores y se le invoca ante las situaciones difíciles y los problemas familiares.
Le están consagradas la iglesia de Saint-Eustache en París, una iglesia en Versalles, una en Quebec, una en la Alta Saboya y la iglesia de San Eustaquio, en Sanlúcar la Mayor, donde se le atribuye el milagro además de ser el patrón dicha localidad. Asimismo, comparte con San Huberto el peculiar honor de haber inspirado el logotipo del licor de hierbas Jägermeister.