Disputa por el Patronazgo de Navarra
San Fermín de Amiens es copatrón de toda Navarra, compartiendo este título con san Francisco Javier desde que el Papa Alejandro VII tuviera que intervenir en 1657 para poner fin a tres décadas de polémicas que dividieron a los pueblos e instituciones navarras, entre partidarios de uno u otro santo: Los partidarios de san Fermín ―el Cabildo Catedral y el Ayuntamiento de Pamplona― y los que pugnaban por san Francisco Javier ―los jesuitas y la Diputación de Navarra―. Dicho conflicto nació del fervor popular motivado por la canonización de Francisco Javier y en un contexto de renovación de la Iglesia. Se argumentaron todo tipo de razonamientos a favor y en contra del patronazgo de uno u otro santo, posturas que eran opuestas e irreconciliables. El asunto se zanjó con el nombramiento compartido de los dos santos como copatrones de Navarra en 1657.
San Fermín de Amiens es copatrón de toda Navarra, compartiendo este título con san Francisco Javier desde que el Papa Alejandro VII tuviera que intervenir en 1657 para poner fin a tres décadas de polémicas que dividieron a los pueblos e instituciones navarras, entre partidarios de uno u otro santo: Los partidarios de san Fermín ―el Cabildo Catedral y el Ayuntamiento de Pamplona― y los que pugnaban por san Francisco Javier ―los jesuitas y la Diputación de Navarra―. Dicho conflicto nació del fervor popular motivado por la canonización de Francisco Javier y en un contexto de renovación de la Iglesia. Se argumentaron todo tipo de razonamientos a favor y en contra del patronazgo de uno u otro santo, posturas que eran opuestas e irreconciliables. El asunto se zanjó con el nombramiento compartido de los dos santos como copatrones de Navarra en 1657.