Judaísmo
Gabriel, es interpretado por los rabinos talmúdicos como el "hombre vestido de lino" mencionado en el Libro de Daniel y el Libro de Ezequiel. El judaísmo talmúdico entiende que el ángel del Libro de Ezequiel, que fue enviado a destruir Jerusalén, es Gabriel. La función de Gabriel en el 'Libro de Daniel' es la de interpretar las visiones de Daniel, este es un rol que ha mantenido en la literatura posterior. De acuerdo con la Enciclopedia Judía, Gabriel adquiere la forma de un hombre y se sienta a la izquierda de Dios. Shimon ben Lakish (Siria Palestina, siglo III) concluyó que los nombres de los ángeles Miguel, Rafael y Gabriel provienen del exilio babilónico (Gen. Rab. 48:9).
En la Cábala, Gabriel es identificado con el sefirot de Yesod. Gabriel tiene también un papel importante como uno de los arcángeles de Dios en la literatura de la Cábala. Ahí, Gabriel es retratado como alguien que obra de acuerdo con Miguel en la corte de Dios. A Gabriel no se le reza porque solamente Dios puede responder a las oraciones y Él es quien envía a Gabriel como su agente.
De acuerdo con la mitología judía, en el Jardín del Edén hay un árbol de la vida o un "árbol de las almas" que florece y produce nuevas almas, que caen en el Guf, el "Tesoro de Almas". Gabriel busca en ese tesoro y saca la primera alma que le viene a la mano. Entonces Lailah, el Ángel de la Concepción, vigila el embrión hasta su nacimiento
Gabriel, es interpretado por los rabinos talmúdicos como el "hombre vestido de lino" mencionado en el Libro de Daniel y el Libro de Ezequiel. El judaísmo talmúdico entiende que el ángel del Libro de Ezequiel, que fue enviado a destruir Jerusalén, es Gabriel. La función de Gabriel en el 'Libro de Daniel' es la de interpretar las visiones de Daniel, este es un rol que ha mantenido en la literatura posterior. De acuerdo con la Enciclopedia Judía, Gabriel adquiere la forma de un hombre y se sienta a la izquierda de Dios. Shimon ben Lakish (Siria Palestina, siglo III) concluyó que los nombres de los ángeles Miguel, Rafael y Gabriel provienen del exilio babilónico (Gen. Rab. 48:9).
En la Cábala, Gabriel es identificado con el sefirot de Yesod. Gabriel tiene también un papel importante como uno de los arcángeles de Dios en la literatura de la Cábala. Ahí, Gabriel es retratado como alguien que obra de acuerdo con Miguel en la corte de Dios. A Gabriel no se le reza porque solamente Dios puede responder a las oraciones y Él es quien envía a Gabriel como su agente.
De acuerdo con la mitología judía, en el Jardín del Edén hay un árbol de la vida o un "árbol de las almas" que florece y produce nuevas almas, que caen en el Guf, el "Tesoro de Almas". Gabriel busca en ese tesoro y saca la primera alma que le viene a la mano. Entonces Lailah, el Ángel de la Concepción, vigila el embrión hasta su nacimiento