En el protestantismo
En el anglicanismo
De la Intercesión e Invocación de Ángeles y Santos (Of the Intercession and Invocation of Angels and Saints), impreso en la Biblioteca de teología anglocatólica (una serie de ediciones del siglo XIX de obras teológicas de escritores de la Iglesia de Inglaterra), sostuvo que "muchos protestantes eruditos piensan que es probable que cada uno de los fieles, al menos, tenga un ángel de la guarda. Parece ciertamente probado por las Escrituras. Zanchi dice que todos los Padres sostenían esta opinión". Basándose en las Sagradas Escrituras y las enseñanzas de los Padres de la Iglesia, Richard Montagu, obispo anglicano de Norwich en el siglo XVII, afirmó que "es una opinión recibida, y desde hace mucho tiempo, que si no cada hombre, cada hijo de Adán, sí es cierto que cada cristiano se regenera por el agua y el Espíritu Santo, al menos desde el día de su regeneración y nuevo nacimiento para Dios, si no desde el momento de su venida al mundo, por designación y asignación de Dios, tiene un ángel de la guarda para asistirlo en todas las pruebas, en todos sus caminos, en su salida, en su regreso a casa".
En el anglicanismo
De la Intercesión e Invocación de Ángeles y Santos (Of the Intercession and Invocation of Angels and Saints), impreso en la Biblioteca de teología anglocatólica (una serie de ediciones del siglo XIX de obras teológicas de escritores de la Iglesia de Inglaterra), sostuvo que "muchos protestantes eruditos piensan que es probable que cada uno de los fieles, al menos, tenga un ángel de la guarda. Parece ciertamente probado por las Escrituras. Zanchi dice que todos los Padres sostenían esta opinión". Basándose en las Sagradas Escrituras y las enseñanzas de los Padres de la Iglesia, Richard Montagu, obispo anglicano de Norwich en el siglo XVII, afirmó que "es una opinión recibida, y desde hace mucho tiempo, que si no cada hombre, cada hijo de Adán, sí es cierto que cada cristiano se regenera por el agua y el Espíritu Santo, al menos desde el día de su regeneración y nuevo nacimiento para Dios, si no desde el momento de su venida al mundo, por designación y asignación de Dios, tiene un ángel de la guarda para asistirlo en todas las pruebas, en todos sus caminos, en su salida, en su regreso a casa".