ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Patronazgo...

Patronazgo

La Virgen del Rosario es patrona de diversas entidades, así como de multitud de ciudades y localidades repartidas por todo el mundo.

La Virgen del Rosario llega al Perú, tras la fundación de la ciudad de Lima el 18 de enero de 1535 por Francisco Pizarro; la primera imagen es donada por el Rey Carlos V; en 1643 el Virrey Pedro de Toledo y Leiva la nombra “Patrona y Protectora del Reino del Perú”. En 1671 es sacada en procesión por primera vez como agradecimiento del Virrey, en la victoria en Panamá contra los ingleses y poco a poco se fue acrecentando la devoción a través del todo el Perú, incluso es a ella a quienes acuden en protección de los terremotos que acontecieron en la época.​ El 2 de octubre de 1927, la imagen de Nuestra Señora del Rosario fue coronada en la Catedral de Lima, capital del Perú. Según señalan distintos historiadores, quien realizó la coronación fue el entonces Arzobispo de Lima, Mons. Emilio Lissón y Chávez, en presencia del presidente del Perú, Augusto B. Leguía, y los demás obispos del país.​

Desde el 10 de febrero de 2009, es patrona de la Unidad Militar de Emergencias (UME), cuerpo creado el 7 de octubre de 2005 en coincidencia con la festividad de Nuestra Señora del Rosario.

En Guatemala, la imagen de la Virgen del Rosario del Templo de Santo Domingo, que posee cuatro siglos de historia, fue declarada en 1651 "Reina y Patrona de la Ciudad de Santiago de Guatemala y Abogada contra los terremotos". En 1843, en desagravio por los ultrajes padecidos en tiempos de Francisco Morazán, fue nombrada en sentido honorífico, "Patrona de Armas del Estado". En 1934, recibió la corona pontificia con el título de "Patrona de la Ciudad de Guatemala". El Alcalde Óscar Berger la nombró "Alcaldesa Perpetua" en 1992. Estos datos resultan curiosos, dado que la capital guatemalteca tiene muchos patronos, pues la misma urbe lleva el nombre de la Asunción.

Por error de transcripción, algunos han creído que la Virgen del Rosario es "Patrona de las Almas del Estado" y por tanto de la República de Guatemala. Pero la Patrona de la República de Guatemala es la Inmaculada Concepción, pues 1654 la Inmaculada Concepción fue jurada Patrona del Reino de Guatemala. Con la firma de la Independencia en 1821 y la fundación de la República en 1847 se reiteró este título a la Purísima, lo cual se hizo evidente que en 1855 cuando se coronó a la Inmaculada de la Catedral Basílica de Santiago de Guatemala como Patrona, según consta en documentos de 1879 que se conservan en el Archivo del Arzobispado.

En el caso de El Salvador, la devoción a la Virgen del Rosario y el rezo de la oración está ampliamente difundido desde la época colonial. Prueba de ello son las varias localidades salvadoreñas que, o bien llevan por nombre de El Rosario o tienen como patrona a la Virgen del Rosario. De hecho, la Arquidiócesis de San Salvador y las Fuerzas Armadas de El Salvador tienen como patrona a la Virgen del Rosario. Ciertamente, la iglesia donde otrora estuvo la parroquia central de San Salvador y primera catedral de El Salvador, al costado oriente de la Plaza Libertad, está dedicada a la Virgen del Rosario y lleva por nombre Parroquia Nuestra Señora del Rosario y es administrada por los frailes dominicos desde la década de 1870.

Estos hechos han llegado a sembrar pequeñas dudas, sobre todo entre los historiadores, respecto al patronazgo de la ciudad de San Salvador y El Salvador mismo, inclusive. Algunos historiadores refieren que la Virgen del Rosario gozaba de gran devoción en San Salvador desde el siglo XVI. Sin embargo, otros historiadores también constatan que el Santísimo Salvador gozó de una profunda devoción en la ciudad desde, por lo menos, el siglo XVIII.​ Antes de eso, también se tiene constancia de festividades cada 5 de agosto en los siglos anteriores, fecha de la víspera de la celebración del Divino Salvador. Jorge de Viteri y Ungo, el primer obispo de El Salvador, en 1843, declaró a la Virgen del Rosario copatrona de la ciudad de San Salvador, patrona de la, en ese entonces, Diócesis de El Salvador y copatrona de El Salvador, junto al Salvador del Mundo.​ No obstante, la fe popular confirma más la devoción por este último, tanto en la ciudad capital de El Salvador, San Salvador, como, en general, en todo el país; llegando a ser incluso un elemento identitario para la sociedad salvadoreña.

La Virgen del Rosario perdió el patronazgo de El Salvador y la provincia eclesiástica salvadoreña frente a la Virgen de la Paz, la cual goza de gran devoción en la ciudad de San Miguel, ciudad de gran importancia en El Salvador después de la capital, y, en general, en toda la región oriental salvadoreña. Hoy por hoy, la Virgen del Rosario cuenta con el patronazgo de la Arquidiócesis de San Salvador, como se dijo antes, y un patronazgo compartido con el Santísimo Salvador del Mundo en la ciudad capital, y aunque su culto resulta menor que el rendido por la feligresía sansalvadoreña respecto al Divino Salvador, no por eso puede afirmarse que la devoción capitalina a Nuestra Señora del Rosario sea despreciable.