Encarcelamientos
Como administrador de los bienes de un alto funcionario del emperador Cómodo, un cristiano llamado también Carpóforo (es decir, su hijo Carpóforo-Calixto) se vio implicado en una malversación de fondos que le valió ser condenado a muerte en un molino. Sin embargo, Calixto huyó, pero fue capturado en Portus, en las afueras de Roma, cuando intentaba arrojarse por la borda del puerto. Al parecer, esos fondos los destinó para ayudar a mujeres viudas y huérfanos cristianos.
Los acreedores de Calixto permitieron su liberación con el fin de que el joven buscara la forma de recobrar el dinero extraviado y así satisfacer sus acreencias, cosa que nunca sucedió. Al parecer volvió a estar preso por generar escarnio público en una sinagoga, cuando intentaba solicitar un crédito a la fuerza.
Fue enviado a las minas de azufre de Cerdeña, para realizar trabajos forzados, cuando fue denunciado como cristiano. Allí permaneció durante tres años hasta que, alrededor del 190, logró ser liberado gracias a la intercesión de Marcia, una concubina del emperador Cómodo, y de Jacinto, un eunuco emisario de Marcia.
Como administrador de los bienes de un alto funcionario del emperador Cómodo, un cristiano llamado también Carpóforo (es decir, su hijo Carpóforo-Calixto) se vio implicado en una malversación de fondos que le valió ser condenado a muerte en un molino. Sin embargo, Calixto huyó, pero fue capturado en Portus, en las afueras de Roma, cuando intentaba arrojarse por la borda del puerto. Al parecer, esos fondos los destinó para ayudar a mujeres viudas y huérfanos cristianos.
Los acreedores de Calixto permitieron su liberación con el fin de que el joven buscara la forma de recobrar el dinero extraviado y así satisfacer sus acreencias, cosa que nunca sucedió. Al parecer volvió a estar preso por generar escarnio público en una sinagoga, cuando intentaba solicitar un crédito a la fuerza.
Fue enviado a las minas de azufre de Cerdeña, para realizar trabajos forzados, cuando fue denunciado como cristiano. Allí permaneció durante tres años hasta que, alrededor del 190, logró ser liberado gracias a la intercesión de Marcia, una concubina del emperador Cómodo, y de Jacinto, un eunuco emisario de Marcia.