El relicario de Talavera de la Reina
Para preservar las reliquias de la invasión musulmana, según recoge la Crónica de Alfonso X el Sabio, fueron llevadas desde Ávila al Monasterio de San Pedro de Arlanza en 1063. Posteriormente, tras la desamortización y abandono del monasterio, en 1835, se trasladaron a la iglesia de San Cosme y San Damián de Covarrubias y luego a la Capilla de los Mártires de la catedral burgalesa, donde permanecieron hasta que se autorizó el traslado de una parte a Ávila en 2002. En 1638 la villa de Talavera pidió al monasterio burgalés de San Pedro de Arlanza que se le concediese alguna parte de tan venerandos recuerdos, a lo cual accedió aquella comunidad, según se detalla en un pergamino guardado en la misma arquita en que las dichas reliquias se custodian en la Colegial de Talavera”.
Para preservar las reliquias de la invasión musulmana, según recoge la Crónica de Alfonso X el Sabio, fueron llevadas desde Ávila al Monasterio de San Pedro de Arlanza en 1063. Posteriormente, tras la desamortización y abandono del monasterio, en 1835, se trasladaron a la iglesia de San Cosme y San Damián de Covarrubias y luego a la Capilla de los Mártires de la catedral burgalesa, donde permanecieron hasta que se autorizó el traslado de una parte a Ávila en 2002. En 1638 la villa de Talavera pidió al monasterio burgalés de San Pedro de Arlanza que se le concediese alguna parte de tan venerandos recuerdos, a lo cual accedió aquella comunidad, según se detalla en un pergamino guardado en la misma arquita en que las dichas reliquias se custodian en la Colegial de Talavera”.