ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: La huella de San Narciso ("La petjada de Sant Narcís")...

La huella de San Narciso ("La petjada de Sant Narcís")

La historia nos cuenta que, a finales del año 304 de nuestra era, San Narciso llegó a Gerona con su diácono San Félix, y al principio del año 305 fijó Gerona como su residencia episcopal. Según la memoria popular, el santo obispo se instaló en una casa situada entre la calle de San Narciso, hoy calle del Pou Rodó, y la calle de las Mosques. En aquel tiempo, el cristianismo iba ganando adeptos, lo cual era visto por el imperio romano como una amenaza. El emperador Diocleciano ordenó la última gran persecución contra los cristianos, en la que acabaría sufriendo martirio San Narciso, junto con su diácono San Félix. A partir de los hechos históricos nace la leyenda: en una de estas persecuciones, San Narciso ideó una treta digna del mejor agente secreto para despistar a sus perseguidores. San Narciso huyó de la casa del Pou Rodó 5 saliendo por la ventana, pero se le ocurrió dejar una huella en el sentido inverso; es decir, como si entrara en la casa y no como si saliera de ella. Al llegar a la casa sus perseguidores, vieron la huella y, deduciendo que el santo se había escondido dentro, lo buscaron y lo rebuscaron por todos los rincones de la casa, dando tiempo a San Narciso a esconderse bien lejos. Desde entonces, la huella permaneció en el alféizar de aquella ventana de la casa del número cinco de la calle del Pou Rodó 5, en el centro mismo de la mitología gerundense, tal y como recoge Joan Amades, en 1952, en su Costumari català.

A día de hoy se encuentra una escultura que hace honor a la huella a pocos pasos de la puerta frontal de la Basílica de San Félix en la esquina de la calle de las Moscas y la Calle del Pou Rodó, (antiguamente la calle de San Narcíso). actualmente la obra contiene la leyenda "toca la petjada de Sant Narcís i te'n sortirás" que quiere decir, toca la huella de San Narciso y saldrás de tus problemas.