Leyenda
La tradición les ha considerado hijos de san Marcelo el Centurión y dice que fueron martirizados en León, durante el reinado de Diocleciano; nada más se sabe de su existencia. Su festividad litúrgica se ha hecho coincidir con la de Marcelo, el 30 de octubre. En el antifonario mozárabe de la catedral de Toledo, hay una interpolación del siglo XI, que menciona los nombres de los santos que han sido hallados en el archivo de Toledo entre los que se encuentran estos tres y los relaciona con Marcelo.
La relación paterno filial de estos santos y Marcelo también ha sido descrita como apócrifa. Algunos escritos dicen que es más probable la tesis de que Claudio, Lupercio y Victorio fueran soldados de origen hispánico y que fueran mártires en León, lo que explicaría su culto arraigado en el antiguo Reino de León y territorios cercanos. La coincidencia de las fechas al martirologio romano haría que se creara una leyenda que la explicara, y de ahí que pasaran a convertirse en hijos de Marcelo.
Otra leyenda, totalmente extemporánea, decía que este Claudio, hijo de Marcelo, fundó un monasterio cerca de la ciudad de León, que sería el monasterio de San Claudio, ya desaparecido.
La tradición les ha considerado hijos de san Marcelo el Centurión y dice que fueron martirizados en León, durante el reinado de Diocleciano; nada más se sabe de su existencia. Su festividad litúrgica se ha hecho coincidir con la de Marcelo, el 30 de octubre. En el antifonario mozárabe de la catedral de Toledo, hay una interpolación del siglo XI, que menciona los nombres de los santos que han sido hallados en el archivo de Toledo entre los que se encuentran estos tres y los relaciona con Marcelo.
La relación paterno filial de estos santos y Marcelo también ha sido descrita como apócrifa. Algunos escritos dicen que es más probable la tesis de que Claudio, Lupercio y Victorio fueran soldados de origen hispánico y que fueran mártires en León, lo que explicaría su culto arraigado en el antiguo Reino de León y territorios cercanos. La coincidencia de las fechas al martirologio romano haría que se creara una leyenda que la explicara, y de ahí que pasaran a convertirse en hijos de Marcelo.
Otra leyenda, totalmente extemporánea, decía que este Claudio, hijo de Marcelo, fundó un monasterio cerca de la ciudad de León, que sería el monasterio de San Claudio, ya desaparecido.