ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Concilio de Trento...

Concilio de Trento

Artículo principal: Concilio de Trento

Pío IV convocó la tercera sesión del concilio de Trento. La difícil reapertura se celebró el 18 de enero de 1562, aunque la bula de indicción, de 29 de noviembre de 1560, señalaba el 6 de abril de 1561. Algunos biógrafos han exagerado el papel que desempeñó Carlos Borromeo en aquella asamblea ecuménica, pero no se puede desconocer que, como secretario de Estado, el joven cardenal dirigió la negociación previa y toda la correspondencia entre Roma y Trento. Además tomó parte especial en la acción mediadora de Carlos Visconti, obispo de Ventimilla, en el desacuerdo entre el cardenal de Mantua, presidente del concilio, y el cardenal Simonetta, representantes uno y otro de las dos tendencias conciliares sobre el derecho de residencia de los obispos.​

También logró Carlos del concilio que la reforma de la curia romana se reservase a la decisión del papa, con lo que se evitó una cuestión muy espinosa que hubiera originado serios conflictos. Una comisión cardenalicia encargada de la reforma de la música sacra delegó esta misión en los cardenales Borromeo y Vitelli, quienes encargaron a Palestrina, maestro de capilla de Santa María la Mayor, la composición de tres misas con arreglo a la norma de hacer una música inteligible.

A partir de 1563 se suavizó la tensión entre Roma y Trento. El cardenal nepote concentró sus esfuerzos en la terminación del concilio, cuyos decretos se promulgaron con la bula de 26 de enero de 1564, donde figura su firma.