Reliquias
Las reliquias del papa Clemente fueron encontradas, según la leyenda, por Cirilo y Metodio en Korsún, la antigua ciudad de Quersoneso, Crimea, alrededor del año 861. Cirilo, transportó personalmente las reliquias a Roma y se las entregó al papa Adriano II, quien las colocó en la basílica de san Clemente.
No obstante, una parte de las reliquias de san Clemente quedaron en Quersoneso, donde fueron resguardadas en una tumba de mármol de Proconeso. Después de la toma de la ciudad por el príncipe Vladimir el Grande en 988 o 989, las reliquias de San Clemente (junto con su sarcófago) fueron trasladadas a Kiev por su orden, donde reposaron en la Iglesia de los Diezmos y luego en Santa Sofía de Kiev, donde fue sepultado Yaroslav el Sabio. Por este motivo, Clemente fue considerado primer protector celestial de la tierra rusa.
Estas reliquias fueron llevadas al monasterio de las Cuevas de Kiev. Otra parte, sin embargo, quedó en Crimea, más precisamente en el Monasterio de la cueva Inkerman.
El monumento en homenaje a san Clemente de Roma, ubicado en la bahía de Sebastopol fue erigido a finales de diciembre de 2019 y consagrado el 12 de enero de 2020.
También una parte importante de las reliquias de san Clemente, junto con un vaso con su sangre, se encuentran en el municipio de Fuente de Piedra (Málaga), por haber sido donadas por el papa Pío VI a la Casa nobiliaria de los Marqueses de Fuente de Piedra.
En la ciudad de Santa Cruz de Tenerife en las Islas Canarias (España), se encuentra la canilla de San Clemente, regalo del Monseñor Sidotti, Patriarca de Antioquía, a la Iglesia Matriz de la Concepción. Históricamente ha sido una de las reliquias más veneradas de la ciudad.
Las reliquias del papa Clemente fueron encontradas, según la leyenda, por Cirilo y Metodio en Korsún, la antigua ciudad de Quersoneso, Crimea, alrededor del año 861. Cirilo, transportó personalmente las reliquias a Roma y se las entregó al papa Adriano II, quien las colocó en la basílica de san Clemente.
No obstante, una parte de las reliquias de san Clemente quedaron en Quersoneso, donde fueron resguardadas en una tumba de mármol de Proconeso. Después de la toma de la ciudad por el príncipe Vladimir el Grande en 988 o 989, las reliquias de San Clemente (junto con su sarcófago) fueron trasladadas a Kiev por su orden, donde reposaron en la Iglesia de los Diezmos y luego en Santa Sofía de Kiev, donde fue sepultado Yaroslav el Sabio. Por este motivo, Clemente fue considerado primer protector celestial de la tierra rusa.
Estas reliquias fueron llevadas al monasterio de las Cuevas de Kiev. Otra parte, sin embargo, quedó en Crimea, más precisamente en el Monasterio de la cueva Inkerman.
El monumento en homenaje a san Clemente de Roma, ubicado en la bahía de Sebastopol fue erigido a finales de diciembre de 2019 y consagrado el 12 de enero de 2020.
También una parte importante de las reliquias de san Clemente, junto con un vaso con su sangre, se encuentran en el municipio de Fuente de Piedra (Málaga), por haber sido donadas por el papa Pío VI a la Casa nobiliaria de los Marqueses de Fuente de Piedra.
En la ciudad de Santa Cruz de Tenerife en las Islas Canarias (España), se encuentra la canilla de San Clemente, regalo del Monseñor Sidotti, Patriarca de Antioquía, a la Iglesia Matriz de la Concepción. Históricamente ha sido una de las reliquias más veneradas de la ciudad.