¿Qué hacer para mejorar esta condición o evitar padecerla?
Muchas de las enfermedades que padecen las personas en la actualidad están asociadas a los hábitos de vida y la disfagia no escapa de esta realidad.
Por ello, una vez que se ha llegado al diagnóstico, se debe comenzar por cambiar la dieta, hacer ejercicios y evitar continuar con rutinas como fumar, consumir alcohol o cualquier tipo de sustancias tóxicas para el organismo que agraven el problema.
Esto también es válido para las personas que están sanas y no han manifestado ninguno de los síntomas antes mencionados. En el caso de que la disfagia este latente, una correcta forma de alimentarse, ayudará de manera bastante significativa a evitar complicaciones futuras y a mantener el estilo y calidad de vida de los pacientes afectados por esta discapacidad.
Es fundamental que la persona esté atenta a los cuidados, rutinas y comportamientos habituales que deben estar presentes a la hora de realizar cada ingesta como por ejemplo, masticar los alimentos lentamente, no hablar durante el tiempo que se esté realizando la deglución y que no existan elementos persuasivos en el ambiente.
No está de más, buscar el asesoramiento de un especialista en nutrición para que siga existiendo un correcto balance de las cantidades de proteínas, vitaminas y minerales que estas personas necesitan y así no perder peso. Esto puede ir acompañado de suplementos nutricionales y otros tratamientos alternativos que solo un experto en esta materia estará en la capacidad de indicar.
Por último, en el caso de pacientes con padecimientos más crónicos y donde exista la presencia de otras patologías, un diagnóstico temprano, será fundamental para la pronta recuperación y que esto, a su vez, contribuya a brindarles una vida mucho más plena y feliz.
Muchas de las enfermedades que padecen las personas en la actualidad están asociadas a los hábitos de vida y la disfagia no escapa de esta realidad.
Por ello, una vez que se ha llegado al diagnóstico, se debe comenzar por cambiar la dieta, hacer ejercicios y evitar continuar con rutinas como fumar, consumir alcohol o cualquier tipo de sustancias tóxicas para el organismo que agraven el problema.
Esto también es válido para las personas que están sanas y no han manifestado ninguno de los síntomas antes mencionados. En el caso de que la disfagia este latente, una correcta forma de alimentarse, ayudará de manera bastante significativa a evitar complicaciones futuras y a mantener el estilo y calidad de vida de los pacientes afectados por esta discapacidad.
Es fundamental que la persona esté atenta a los cuidados, rutinas y comportamientos habituales que deben estar presentes a la hora de realizar cada ingesta como por ejemplo, masticar los alimentos lentamente, no hablar durante el tiempo que se esté realizando la deglución y que no existan elementos persuasivos en el ambiente.
No está de más, buscar el asesoramiento de un especialista en nutrición para que siga existiendo un correcto balance de las cantidades de proteínas, vitaminas y minerales que estas personas necesitan y así no perder peso. Esto puede ir acompañado de suplementos nutricionales y otros tratamientos alternativos que solo un experto en esta materia estará en la capacidad de indicar.
Por último, en el caso de pacientes con padecimientos más crónicos y donde exista la presencia de otras patologías, un diagnóstico temprano, será fundamental para la pronta recuperación y que esto, a su vez, contribuya a brindarles una vida mucho más plena y feliz.