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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: La Donación de Constantino...

La Donación de Constantino

Artículo principal: Donación de Constantino

Sobre estas leyendas se asienta en el documento apócrifo denominado "Donación de Constantino", un texto falso, compuesto en los siglos VIII o IX e integrado en las Decretales pseudoisidorianas que pretende reproducir una carta de Constantino a Silvestre en la cual el emperador comparte con el obispo de Roma soberanía temporal sobre Roma e Italia, ya que confiere a esta última el primado espiritual sobre todos los patriarcados eclesiástico. Este documento fue desvirtuado por Lorenzo Valla quien en un análisis filológico descubre la falsificación.

El texto de la Donación consta de dos partes, la primera (confessio) está fechada en el cuarto consulado de Constantino y Licinio (315) y la segunda (donatio) en el de Ovinio Galicano y Cesonio Baso (317). La confessio describe el episodio de la curación del emperador, tomado de los mencionados Hechos de Silvestre, y añade la profesión de fe que el papa transmitió a Constantino. La donatio enumera los privilegios y territorios cedidos al papa; a saber: primacía sobre las Iglesias orientales, el uso de la insignia imperial para el pontífice y la senatorial para sus séquito, las iglesias de Letrán, San Pedro y San Pablo Extramuros, junto con el Palacio de Letrán. Se agregan bienes en varias provincias del Imperio y finalmente declara que el emperador se retirará a Oriente, para dejar al Occidente en poder (potestas) del papa.​

La primera mención de la donatio, sin citarla, aparece en la última década del siglo VIII, cuando Adriano I logra que Carlomagno, "nuevo Constantino", confirme las prerrogativas del obispo romano sobre ciertas ciudades de Italia concedidas por Pipino, el Breve. Vuelve a aparecer en un acta pontificia de 979, pero el primer papa en citarla, de buena fe, fue León IX, en una carta enviada en 1054 a Miguel I Cerulario, Patriarca de Constantinopla.​ El cardenal Humberto de Silva Candida también publicó una versión del documento para respaldar las afirmaciones del papado contra la primacía de los emperadores y patriarcas orientales. Este debate que conduciría finalmente al Cisma de 1054. En los siglos XI y XII, la Donación fue citada a menudo en la Querella de la investiduras entre el papado y el Imperio.​​

La autoridad de la Donación, reconocida incluso por los oponentes del papado, fundó legalmente el poder temporal del papa a lo largo de la Edad Media.​ En 1247, la Capilla de San Silvestre en la Basílica de los Cuatro Santos Coronados fue decorada con frescos que mostraban la historia del bautismo y la Donación de Constantino.​ También hay una alusión a esta creencia en la Divina Comedia, pero sin nombrar expresamente a Silvestre, donde se lo evoca como el primer "padre" (papa) rico:​​

Ahi, Costantin, di quanto mal fu matre,

non la tua conversion, ma quella dote
che da te prese il primo ricco patre!

¡Ah, Constantino, cuánto mal produjo,

no tu conversión, sino la dote
que por tí hizo rico al primer Padre!

— Inferno, canto 19, 115–117.

No fue hasta mediados del siglo XV, con el resurgimiento de la erudición clásica y la crítica textual, que los humanistas, y finalmente la burocracia papal, comenzaron a darse cuenta de que el documento no podía ser genuino. El cardenal Nicolás de Cusa declaró que era una falsificación y se refirió a ella como una obra apócrifa. El sacerdote católico Lorenzo Valla demostró, finalmente, su falsedad en el siglo XVI.