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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Vida...

Vida

Gran parte de la vida de Severino la conocemos gracias a lo escrito por su discípulo Eugipio y llega con el filtro de la hagiografía. En su intento de buscar la perfección cristiana, Severino se retiró a la vida eremítica en un desierto de Oriente. Aunque a mediados del siglo V, a raíz de la muerte de Atila, abandonó su retiro para estar junto a los que habían quedado abatidos por los ataques de los hunos. Severino llegó hasta la provincia romana del Nórico -entre las actuales Baviera y Hungría- cuando aquella región inhóspita se conmovía trágicamente contra las embestidas en aluvión de los pueblos bárbaros en las últimas resistencias imperiales.