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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Vida en Francia y Acre...

Vida en Francia y Acre

Carrera eclesiástica en Lyon y Lieja

Tras la muerte de su patrón y modelo espiritual, Visconti decidió no permanecer más tiempo en la Curia romana, planeando viajar a París, donde estudiaría teología. Sin embargo, cuando llegó a Lyon, fue recibido por el arzobispo electo, Philippe, quien le pidió que fuera el dominus y el magister de la casa arzobispal. Visconti inicialmente se negó pero, tras las insistencias del Arzobispo, finalmente aceptó el cargo.

En julio de 1244, el emperador Federico II obligó a Inocencio IV a huir de Roma, quien viajó primero a su natal Génova, y luego se dirigió a Lyon, donde concibió la idea de un nuevo concilio ecuménico. Visconti ayudó a organizarlo, y el concilio acabó por celebrarse entre junio y julio de 1245.​ Durante las sesiones conciliares, Visconti se familiarizó con personas como Buenaventura de Fidanza, Tomás de Aquino, Gui Foucois, Pierre de Tarentaise y Matteo Rosso Orsini, todos los cuales fueron activos participantes en el concilio. Visconti fue nombrado arcediano de Heinault en la diócesis de Lieja el 9 de septiembre de 1246,​ tal vez como recompensa por sus servicios.​ Fue instruido por el papa Inocencio para predicar la cruzada para la recuperación de Tierra Santa. Tal predicación tenía más un carácter financiero que espiritual, ya que tanto los cruzados como el papado estaban desesperados por recaudar fondos.​ Visconti no pudo hacer mucho más que predicar, ya que todavía no era sacerdote.

La época de Visconti en Lieja evidentemente no fue feliz. El obispo a quien había conocido en el Concilio de Lyon, Roberto de Thourotte, murió después de una breve enfermedad, el 16 de octubre de 1246: y en la época en que había sido nombrado para el cargo, había habido una pugna por la sede episcopal con el Rector de la Universidad de Utrecht, candidato de Federico II, quien había intentado usurpar el puesto, y el papa resolvió ordenar al cardenal Pecorari que interviniera y prohibiera una elección hasta que los canónigos de la catedral pudieran reunirse con él. Como Thourotte fue finalmente elegido con base en un acuerdo, a su muerte ocurrió una situación similar: dos candidatos se disputaban el puesto, y el cardenal Pietro Capocci fue enviado a resolver las elecciones. Como Visconti era canónigo y archidiácono, estuvo directamente involucrado. El 10 de octubre de 1247, fue elegido obispo Enrique de Güeldres, hombre mundano y hermano de Otón II, conde de Güeldres, que ni siquiera estaba ordenado. De hecho, durante los siguientes doce años, no fue ordenado sacerdote ni consagrado obispo. El nuevo obispo electo y su archidiácono inmediatamente tuvieron problemas con la conducta de Visconti en su cargo mientras estaba ausente en París, un problema que no se resolvió hasta fines de 1250.

Finalmente, en 1258, Enrique de Güeldres fue consagrado y, a la vez, fue elegido abad del famoso monasterio de Stavelot.​ Sin embargo, Enrique siguió con su antigua vida de militar, lo que lo llevó a enfrentarse con Visconti. Un día de ese año, Enrique fue atacado por un hombre armado que afirmaba que el prelado había violado a su hija; Visconti, que estaba presente, protegió al obispo con su cuerpo y le salvó la vida. Pero, inmediatamente después, se volvió hacia el prelado y lo reprendió duramente por su comportamiento inmoral. Enrique, furioso, golpeó a Visconti con fuerza en los costados, causándole una grave hernia inguinal que luego le causaría una molestia constante. En consecuencia, pocos días después, Teobaldo abandonó Lieja, y se dice que emprendió una peregrinación a Tierra Santa. En realidad viajó a París, donde reanudó su plan, largamente pospuesto, de estudiar teología. Durante este tiempo se hizo amigo del rey Luis IX.