Últimos días y muerte
La salud de Gregorio había empeorado luego de abandonar Lyon en abril de 1275. Sufría una hernia, por lo que se vio obligado a detenerse con frecuencia en el camino de regreso a Roma. Partió de Vienne poco después del 30 de septiembre y llegó a Lausana el 6 de octubre. Allí, se reunió con el emperador electo Rodolfo, rey de los romanos, y el 20 de octubre recibió su juramento de fidelidad. El martes 12 de noviembre estaba en Milán, el 5 de diciembre llegó a Reggio Emilia y 11 de diciembre estaba en Bolonia. Un aumento severo de su temperatura y la presencia de la hernia lo obligaron a detenerse en Arezzo a tiempo para la Navidad de 1275. Su condición empeoró rápidamente allí, muriendo el 10 de enero de 1276 y siendo enterrado dentro de la Catedral de Arezzo.
Fue sucedido por el dominico Pedro de Tarantaise como Inocencio V, uno de sus colaboradores cercanos a lo largo de su pontificado.
La salud de Gregorio había empeorado luego de abandonar Lyon en abril de 1275. Sufría una hernia, por lo que se vio obligado a detenerse con frecuencia en el camino de regreso a Roma. Partió de Vienne poco después del 30 de septiembre y llegó a Lausana el 6 de octubre. Allí, se reunió con el emperador electo Rodolfo, rey de los romanos, y el 20 de octubre recibió su juramento de fidelidad. El martes 12 de noviembre estaba en Milán, el 5 de diciembre llegó a Reggio Emilia y 11 de diciembre estaba en Bolonia. Un aumento severo de su temperatura y la presencia de la hernia lo obligaron a detenerse en Arezzo a tiempo para la Navidad de 1275. Su condición empeoró rápidamente allí, muriendo el 10 de enero de 1276 y siendo enterrado dentro de la Catedral de Arezzo.
Fue sucedido por el dominico Pedro de Tarantaise como Inocencio V, uno de sus colaboradores cercanos a lo largo de su pontificado.