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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Don Bosco en el mundo...

Don Bosco en el mundo

Bien pronto las obras de don Bosco fueron conocidas en numerosos países. La situación de inestabilidad política en el Piamonte ocasionó que numerosas familias de esa región emigraran a Latinoamérica. De la misma manera, el aprecio y prestigio de don Bosco le ganó la simpatía de notables personajes: el papa Pío IX lo llamó «el tesoro de Italia» y el papa León XIII dijo «don Bosco es un santo»; el cardenal Gaetano Alimonda —arzobispo de Turín entre 1883 y 1891— se refirió a don Bosco como el «divinizador del siglo», y el cardenal Luigi Maria Bilio —secretario de la Sagrada Congregación del Santo Oficio mencionó: «Nadie es canonizado mientras vive, pero don Bosco ya fue hecho santo»; también obispos, nobles e incluso los nacionalistas y anticlericales, como Urbano Rattazzi que dijo en 1867 «para mí don Bosco es quizá el más grande milagro de nuestro siglo»,​ Todos ellos contribuyeron a hacer conocer el nombre y la obra del sacerdote turinés.

Además de sus numerosos viajes a través de Italia, don Bosco visitó personalmente Francia, Austria (1883) y España (1886).​ El diario Le Monde (de París) escribió sobre él:

La gente corre detrás de él, deseosos de verlo, de tocar su ropa, porque sienten que un aura especial de santidad emana de él.

Profundamente sensible por las culturas extranjeras, don Bosco dominaba, junto a su lengua natal, el piamontés, otros idiomas como el italiano, español, francés e inglés, además de las lenguas clásicas griego y latín.

En los últimos 14 años de su vida envió a miembros de su congregación a la Argentina (1875),​ Francia (1875),​ Uruguay (1876),​ Colombia (1876),​ España (1881),​ Brasil (1883),​ Chile (1887),​ Inglaterra (1887),​ y Ecuador (1888).