TODAS LAS NOCHES A LAS ONCE.
Me acordaré de ti
todas las noches a las once,
a las once.
En la plaza sin luna de tu ausencia
pronunciaré tu nombre,
con el mismo temblor del primer dia,
todas las noches a las once
a las once.
Y aunque esté bajo el sol de otra mirada
con orgullo sin que nada me importe,
te llamará mi voz por las esquinas
todas las noches a las once,
a las once.
Me acordaré de ti
todas las noches a las once,
a las once.
Y si un dia la gente me pregunta
mi amor donde se esconde,
les diré que lo busquen en mis labios
todas las noches a las once,
a las once.
Que cariño no es nube ni sonrisa
sino sangre, canción, olivo y monte,
seguiré así gritándole a los vientos
todas las noches a las once,
a las once.
Me acordaré de ti
todas las noches a las nce,
a las once.
(Bolero de Rafael de León)
Milagros, ésta canción la cantaba la manchega más famosa, Sara Montiel cuando nosotros eramos una chiquillas, así que te la dedico para que vayas recordándola y la cantes.
Un beso. CLARISA
Me acordaré de ti
todas las noches a las once,
a las once.
En la plaza sin luna de tu ausencia
pronunciaré tu nombre,
con el mismo temblor del primer dia,
todas las noches a las once
a las once.
Y aunque esté bajo el sol de otra mirada
con orgullo sin que nada me importe,
te llamará mi voz por las esquinas
todas las noches a las once,
a las once.
Me acordaré de ti
todas las noches a las once,
a las once.
Y si un dia la gente me pregunta
mi amor donde se esconde,
les diré que lo busquen en mis labios
todas las noches a las once,
a las once.
Que cariño no es nube ni sonrisa
sino sangre, canción, olivo y monte,
seguiré así gritándole a los vientos
todas las noches a las once,
a las once.
Me acordaré de ti
todas las noches a las nce,
a las once.
(Bolero de Rafael de León)
Milagros, ésta canción la cantaba la manchega más famosa, Sara Montiel cuando nosotros eramos una chiquillas, así que te la dedico para que vayas recordándola y la cantes.
Un beso. CLARISA