Ves, queridísima amiga Milagros como tu presencia aquí es muy necesaria, mira hoy ya he aprendido algo nuevo, pues yo ignoraba que el Eneldo pudiera valer para esos malestares, y si no hubieses venido tu quien me lo iba a contar?, pues tomo nota que el Eneldo, entiendo que en infusión, es bueno para los ardores o malestares de estómago.
Efectívamente, en mi casa era raro el día que no había cuchara, el tenedor se utilizaba menos.
Yo Gabriel, no llegué a probar ni las ramitas de cepa ni de cardos, pero sí algunas cabezas de campanillas del jardín de mi tía o de cualquier otro que las tuviera, pues eran dulces y no hacía falta ni sal ni azúcar para degustarlas.
Tengo que reconocer, amigo Eufra7, que "no perdí nada en la mili" excepto el tiempo, y por lo tanto dinero, pues ese tiempo lo hubiese empleado en trabajar, ya que ni me saqué carné de conducir alguno, ni aprendí oficio, sino que puse el mio a disposición de los talleres militares, y me licencié y el tiempo de mili no lo tengo reconocido en curriculum alguno, pero si he de reconocer que a quien le tocó la mili en aquellos años de guerra que hasta algunos tuvieron que enfrentarse a su familia, por encontrarse al servicio del pueblo, eso si que perdieron mucho, algunos hasta la vida que es lo máximo que podemos perder.
Abrazos pa tos y toas, El Emigrao
Efectívamente, en mi casa era raro el día que no había cuchara, el tenedor se utilizaba menos.
Yo Gabriel, no llegué a probar ni las ramitas de cepa ni de cardos, pero sí algunas cabezas de campanillas del jardín de mi tía o de cualquier otro que las tuviera, pues eran dulces y no hacía falta ni sal ni azúcar para degustarlas.
Tengo que reconocer, amigo Eufra7, que "no perdí nada en la mili" excepto el tiempo, y por lo tanto dinero, pues ese tiempo lo hubiese empleado en trabajar, ya que ni me saqué carné de conducir alguno, ni aprendí oficio, sino que puse el mio a disposición de los talleres militares, y me licencié y el tiempo de mili no lo tengo reconocido en curriculum alguno, pero si he de reconocer que a quien le tocó la mili en aquellos años de guerra que hasta algunos tuvieron que enfrentarse a su familia, por encontrarse al servicio del pueblo, eso si que perdieron mucho, algunos hasta la vida que es lo máximo que podemos perder.
Abrazos pa tos y toas, El Emigrao