¡Vuelvo otra vez a la "parada obligatoria"! Y es que, chicos, recorrí todo el álbum de fotos y en ninguna de ellas pude ver la carretera tan nítidamente como en esta.
Recordé que antes de los tiempos de los que hablamos en esta foto la carretera era de piedra; nada de asfaltos ni de rayas blancas ni amarillas, solo las piedras o mojones que indicaban los quilómetros y mucha hierba en las cunetas.
Muchos hombres alconcheleros y sus hijos habían contribuído a construirlas en muchos pueblos y ciudades de España, ganándose así el pan con el sudor de su frente unas veces, y con las orejas, manos y cuerpo entero helándoseles hasta "la moquita" otras, en los duros y fríos inviernos, pues su trabajo consisitía en ir con sus "recuas" a los montes para recoger las piedras que encontraban, llenar los serones, volver a la futura carretera y dejar los montones que los picapedreros irían partiendo con su martillo de mango largo, y encajándolas unas con otras como mejor sabían y podían.
Trabajaban duro pero a pesar de eso, cuando llegaban por la noche a descansar a las posadas, todavía tenían humor de cantar canciones como esta:
Es tener la recua gordaaaa.
La gala de los arrieroooos
es tener la recua gordaaaa
dineros en la cartera
y en cada pueblo una noviaaaa.
Y en cada pueblo una noviaaaa
la gala de los arrieroosss.
Bueno pues ya sabéis algo más de los trabajos y oficios que desaparecieron hace ya muchos años en Alconchel.
Charo, Ñirre, Emigrao, Eufra7, y todos los que por aquí pasáis, un beso para todos desde Barcelona. Milagros
Recordé que antes de los tiempos de los que hablamos en esta foto la carretera era de piedra; nada de asfaltos ni de rayas blancas ni amarillas, solo las piedras o mojones que indicaban los quilómetros y mucha hierba en las cunetas.
Muchos hombres alconcheleros y sus hijos habían contribuído a construirlas en muchos pueblos y ciudades de España, ganándose así el pan con el sudor de su frente unas veces, y con las orejas, manos y cuerpo entero helándoseles hasta "la moquita" otras, en los duros y fríos inviernos, pues su trabajo consisitía en ir con sus "recuas" a los montes para recoger las piedras que encontraban, llenar los serones, volver a la futura carretera y dejar los montones que los picapedreros irían partiendo con su martillo de mango largo, y encajándolas unas con otras como mejor sabían y podían.
Trabajaban duro pero a pesar de eso, cuando llegaban por la noche a descansar a las posadas, todavía tenían humor de cantar canciones como esta:
Es tener la recua gordaaaa.
La gala de los arrieroooos
es tener la recua gordaaaa
dineros en la cartera
y en cada pueblo una noviaaaa.
Y en cada pueblo una noviaaaa
la gala de los arrieroosss.
Bueno pues ya sabéis algo más de los trabajos y oficios que desaparecieron hace ya muchos años en Alconchel.
Charo, Ñirre, Emigrao, Eufra7, y todos los que por aquí pasáis, un beso para todos desde Barcelona. Milagros