Clarisa me preguntaste, cuando hablé contigopor teléfono por mi prima Venancia (Vene) bueno, por nuestra prima.
Esta casa que antes fué de la hermana Clara, es ahora su casa y viven en ella cuando vienen al pueblo.
Quién le iba a decir al bisabuelo de las tres, que una de sus biznietas iba a vivir en la casa que a él le costó la vida, pues muchos alconcheleros no sabrán que nuestro bisabuelo era albañil y estando trabajando un día en esta casa, se cayó desde lo alto del tejado y el resultado ya lo sabemos, se mató.
Cuand vivía la hermana Clara y nosotras éramos pequeñas, esta casa se llenaba de alegría en verano. La señorita Domi y la señorita Presen hacían saber a todo el vecindario que sus sobrinos, hijos de la señorita Esther llegaban en pocos días desde Cuenca capital.
María Clara, Emilito y años más tarde Agustín, llegaban para pasar el verano en casa de su abuelita (así llamaban a la hermana Clara) En el barrio de las cuatro esquinas, cuando llegaban los veraneantes, había más bullicio que en cualquier época del año, y las chicas y los chicos que no saliamos del pueblo estábamos pendientes, cuando llegaban, y de los últimos juegos que traían para despues ponerlos nosotros en práctica aunque lo que más les gustaba era corretear como a nosotros.
Si no recuerdo mal, el primer yo-yo que ví en mi vida se lo ví a María Clara. Emilito, -despues Emilo- era un poco más pequeño, muy serio y muy locuaz para su edad y Agustín era todavía muy pequeño para jugar con nosotros.
Hace más de 45 años que no les veo; ni siquiera se dónde viven y lo que menos se deben imaginar es que alguien de Alconchel se esté acordando de éllos en estos momentos.
Bueno Clarisa ya te dejo por hoy. Un beso para todos. Milagros
Esta casa que antes fué de la hermana Clara, es ahora su casa y viven en ella cuando vienen al pueblo.
Quién le iba a decir al bisabuelo de las tres, que una de sus biznietas iba a vivir en la casa que a él le costó la vida, pues muchos alconcheleros no sabrán que nuestro bisabuelo era albañil y estando trabajando un día en esta casa, se cayó desde lo alto del tejado y el resultado ya lo sabemos, se mató.
Cuand vivía la hermana Clara y nosotras éramos pequeñas, esta casa se llenaba de alegría en verano. La señorita Domi y la señorita Presen hacían saber a todo el vecindario que sus sobrinos, hijos de la señorita Esther llegaban en pocos días desde Cuenca capital.
María Clara, Emilito y años más tarde Agustín, llegaban para pasar el verano en casa de su abuelita (así llamaban a la hermana Clara) En el barrio de las cuatro esquinas, cuando llegaban los veraneantes, había más bullicio que en cualquier época del año, y las chicas y los chicos que no saliamos del pueblo estábamos pendientes, cuando llegaban, y de los últimos juegos que traían para despues ponerlos nosotros en práctica aunque lo que más les gustaba era corretear como a nosotros.
Si no recuerdo mal, el primer yo-yo que ví en mi vida se lo ví a María Clara. Emilito, -despues Emilo- era un poco más pequeño, muy serio y muy locuaz para su edad y Agustín era todavía muy pequeño para jugar con nosotros.
Hace más de 45 años que no les veo; ni siquiera se dónde viven y lo que menos se deben imaginar es que alguien de Alconchel se esté acordando de éllos en estos momentos.
Bueno Clarisa ya te dejo por hoy. Un beso para todos. Milagros