Autor
Alfredo SÁNCHEZ GARZÓN
Desde la Loma de la
Virgen, año 2012.
Camino de la
ermita de Santerón
La peregrinación se ha realizado siempre caminando o con caballerías bonitamente engalanadas, lo que supone unas tres horas largas de marcha por
caminos de herradura, y otros tantos de vuelta; aunque en los últimos septenarios suelen verse también vehículos de motor, merced al acondicionamiento de una pista. Llegados a la ermita, los peregrinos celebran el encuentro con los
amigos y vecinos de otros
pueblos, pues allí se dan cita varios cientos de personas de ambas vertientes de la serranía de
Cuenca, gentes de Castilla,
Aragón y
Valencia,
bailando frente a la ermita, a los sones del atabal y la dulzaina. El interior se abarrota de fieles, ocupando los bancos de la nave y el alto
coro, que protege una esbelta baranda de madera torneada. La imagen de la Virgen se ubica al fondo, sobre sus andas doradas, ceñida por una exuberante arcada de
flores. Se trata de una imagen de las llamadas "de vestir", que porta un Niño Jesús en brazos. Tras la veneración de la imagen de la Virgen y una
Santa Misa en la ermita, los peregrinos bailan en la plazoleta, bajo la noguera (Juglans regia) que sombrea el recinto. Después del
baile se agrupan por pueblos para
comer y descansar.