Historia de la imagen
La actual imagen de la Virgen de Santerón es una imagen de las «de vestir», realizada en los años cuarenta (siglo XX), ya que la original fue destruida durante la revolución y guerra civil española (1936-1939), hecho documentado el 15 de agosto de 1936, en que tuvo lugar la «Quema de todos los objetos, alhajas e imágenes y destrucción de los altares de la Iglesia y Ermita locales», acto en el que participó «Todo el vecindario, obligado bajo amenaza por las autoridades rojas de entonces».
Según testimonio de Francisco Martínez Marín (Algarra, 1927), durante la guerra quemaron todo lo que contenía la ermita de Santerón:
[Quemaron] la imagen de la Virgen, las andas, las cruces, los estandartes y todo lo que pillaron... Sólo se salvó la caja de la Virgen, la que utilizaba el ermitaño para ir a pedir (limosna) por los pueblos; se salvó porque la escondió el santero... Una mujer nacida en el rento Callejones contaba que siendo zagaluchona vio como bajaba un grupo de gente hacia la ermita, con aliagas encendidas y vociferando que iban a quemar la Virgen y todo eso; y fue cuando la quemaron... Otra mujer de Garcimolina contaba que antes de quemarla le sacaron los ojos a la imagen; y que después, el que le saltó los ojos, por no sé qué motivo se quedó tuerto, y le decían: Ves, ¡Dios castiga y no con palo!, eso te pasa por haberle sacado los ojos a la Virgen... Yo no sé por qué le sacaría los ojos, pensaría él que valían algo...».
La Virgen de Santerón en la memoria, Alfredo Sánchez Garzón
La nueva imagen se hallaba habitualmente en su Ermita de Santerón, pero hace unos años fue robada (2001), y encontrada por la Guardia Civil en Altea (Alicante), merced a la denuncia interpuesta por el Ayuntamiento de Algarra ante la Comandancia del puesto de Landete (Cuenca). En el atestado la imagen se define como «de aproximadamente un metro de altura, con niño de madera, portando corona dorada y con un manto color verde, teniendo unos sesenta años de antigüedad, llevando la misma dos cadenas, una de oro y otra de plata». Tras la recuperación de la imagen, ésta fue restaurada en talleres de Valencia. El coste de la restauración corrió a cargo de unos devotos vecinos de Algarra.
Previamente, sin embargo, hubo otra imagen de la Virgen de Santerón, una obra de talla hallada hace medio siglo, con motivo de unas obras en la iglesia parroquial de Algarra, se hallaba en un hueco al pie del altar mayor. La imagen sedente de la Virgen con Niño fue evaluada por especialistas en valencia, que confirmaron su valor y antigüedad (siglo XIII-siglo XIV), siendo trasladada a Cuenca, por razones de seguridad. La imagen se hallaba muy perjudicada: «El deterioro es grande, habiendo perdido la mano derecha de la Virgen, la cara y mano derecha del Niño, y toda la policromía».
La supuesta imagen románica de la Virgen de Santerón se halla actualmente en Cuenca, inventariada y descrita en el Catálogo Monumental de la Diócesis de Cuenca. Esta imagen formó parte destacada de la muestra de arte diocesano que se exhibió en la sala capitular de la Catedral de Cuenca, realizada en 1998, con motivo del VIIIº Centenario de la venida de San Julián a Cuenca.
La actual imagen de la Virgen de Santerón es una imagen de las «de vestir», realizada en los años cuarenta (siglo XX), ya que la original fue destruida durante la revolución y guerra civil española (1936-1939), hecho documentado el 15 de agosto de 1936, en que tuvo lugar la «Quema de todos los objetos, alhajas e imágenes y destrucción de los altares de la Iglesia y Ermita locales», acto en el que participó «Todo el vecindario, obligado bajo amenaza por las autoridades rojas de entonces».
Según testimonio de Francisco Martínez Marín (Algarra, 1927), durante la guerra quemaron todo lo que contenía la ermita de Santerón:
[Quemaron] la imagen de la Virgen, las andas, las cruces, los estandartes y todo lo que pillaron... Sólo se salvó la caja de la Virgen, la que utilizaba el ermitaño para ir a pedir (limosna) por los pueblos; se salvó porque la escondió el santero... Una mujer nacida en el rento Callejones contaba que siendo zagaluchona vio como bajaba un grupo de gente hacia la ermita, con aliagas encendidas y vociferando que iban a quemar la Virgen y todo eso; y fue cuando la quemaron... Otra mujer de Garcimolina contaba que antes de quemarla le sacaron los ojos a la imagen; y que después, el que le saltó los ojos, por no sé qué motivo se quedó tuerto, y le decían: Ves, ¡Dios castiga y no con palo!, eso te pasa por haberle sacado los ojos a la Virgen... Yo no sé por qué le sacaría los ojos, pensaría él que valían algo...».
La Virgen de Santerón en la memoria, Alfredo Sánchez Garzón
La nueva imagen se hallaba habitualmente en su Ermita de Santerón, pero hace unos años fue robada (2001), y encontrada por la Guardia Civil en Altea (Alicante), merced a la denuncia interpuesta por el Ayuntamiento de Algarra ante la Comandancia del puesto de Landete (Cuenca). En el atestado la imagen se define como «de aproximadamente un metro de altura, con niño de madera, portando corona dorada y con un manto color verde, teniendo unos sesenta años de antigüedad, llevando la misma dos cadenas, una de oro y otra de plata». Tras la recuperación de la imagen, ésta fue restaurada en talleres de Valencia. El coste de la restauración corrió a cargo de unos devotos vecinos de Algarra.
Previamente, sin embargo, hubo otra imagen de la Virgen de Santerón, una obra de talla hallada hace medio siglo, con motivo de unas obras en la iglesia parroquial de Algarra, se hallaba en un hueco al pie del altar mayor. La imagen sedente de la Virgen con Niño fue evaluada por especialistas en valencia, que confirmaron su valor y antigüedad (siglo XIII-siglo XIV), siendo trasladada a Cuenca, por razones de seguridad. La imagen se hallaba muy perjudicada: «El deterioro es grande, habiendo perdido la mano derecha de la Virgen, la cara y mano derecha del Niño, y toda la policromía».
La supuesta imagen románica de la Virgen de Santerón se halla actualmente en Cuenca, inventariada y descrita en el Catálogo Monumental de la Diócesis de Cuenca. Esta imagen formó parte destacada de la muestra de arte diocesano que se exhibió en la sala capitular de la Catedral de Cuenca, realizada en 1998, con motivo del VIIIº Centenario de la venida de San Julián a Cuenca.