LA VIRGEN DE SANTERÓN EN LA MEMORIA (y II).
Recuerdos –evocaciones y remembranzas- de un algarreño octogenario.
Viene de:
LA VIRGEN DE SANTERÓN EN LA MEMORIA (I).
Paco, quería preguntarte también por las carreras de caballos que se hacían la tarde de Pentecostéspor el prado de la Virgen.
<Sí, siempre se han hecho aquí carreras y juegos de competición, pero ahora han decaído, porque ya no hay animales con los que competir... Recuerdo que el tío Saturnino de Algarra, que era el alcalde de entonces, tenía una yegua muy fina, pero fina, fina –esto sería al terminar la guerra-; bueno, pues el tío Saturnino se apostó no sé cuánto con un tal Silvino de Negrón que su yegua le ganaba a su caballo. Y echaron una carrera: Aún recuerdo al tío Saturnino con su gorreta negra animar a la jaqueta, corriendo pradillo arriba... ¡Y vaya si le ganó! Al Silvino le tocó pagar una botella de mistela que le compraron a la tía Constancia de Vallanca, una turronera que venía por aquí con su marido, el tío Paco... Claro, aquí venían turroneros como ahora y vendían lo que llevaban, turrones, alajúes, chupos y algo de bebida, anís, mistela y eso... Claro, esto era por Pentecostés, cuando la gente se quedaba aquí toda la tarde. En el Septenario no puede ser, porque después de la misa la gente se dispersa para comer, descansa algo y enseguida se coge a la Virgen y arreando para Vallanca. No, en el Septenario no hay procesión tras la misa, la procesión hasta la “Mesa de la Virgen” es sólo en Pentecostés. Este año emprendieron antes la bajada, porque luego se pierde mucho tiempo en La Vega y la Virgen llega muy tarde a Vallanca: ya te digo, este año la Virgen entró en la iglesia sobre las nueve y media o poco menos...
Recuerdos –evocaciones y remembranzas- de un algarreño octogenario.
Viene de:
LA VIRGEN DE SANTERÓN EN LA MEMORIA (I).
Paco, quería preguntarte también por las carreras de caballos que se hacían la tarde de Pentecostéspor el prado de la Virgen.
<Sí, siempre se han hecho aquí carreras y juegos de competición, pero ahora han decaído, porque ya no hay animales con los que competir... Recuerdo que el tío Saturnino de Algarra, que era el alcalde de entonces, tenía una yegua muy fina, pero fina, fina –esto sería al terminar la guerra-; bueno, pues el tío Saturnino se apostó no sé cuánto con un tal Silvino de Negrón que su yegua le ganaba a su caballo. Y echaron una carrera: Aún recuerdo al tío Saturnino con su gorreta negra animar a la jaqueta, corriendo pradillo arriba... ¡Y vaya si le ganó! Al Silvino le tocó pagar una botella de mistela que le compraron a la tía Constancia de Vallanca, una turronera que venía por aquí con su marido, el tío Paco... Claro, aquí venían turroneros como ahora y vendían lo que llevaban, turrones, alajúes, chupos y algo de bebida, anís, mistela y eso... Claro, esto era por Pentecostés, cuando la gente se quedaba aquí toda la tarde. En el Septenario no puede ser, porque después de la misa la gente se dispersa para comer, descansa algo y enseguida se coge a la Virgen y arreando para Vallanca. No, en el Septenario no hay procesión tras la misa, la procesión hasta la “Mesa de la Virgen” es sólo en Pentecostés. Este año emprendieron antes la bajada, porque luego se pierde mucho tiempo en La Vega y la Virgen llega muy tarde a Vallanca: ya te digo, este año la Virgen entró en la iglesia sobre las nueve y media o poco menos...