Cuando siembro voy cantando,
Porque pienso que al cantar,
con el trigo voy sembrando
mis amores al azar.
No hay empresa más gallarda
que el afán del sembrador.
¡Por sembrar en tierra parda
soy a gusto labrador!
Pisan mis abarcas la llanura,
raya el firmamento mi montera,
porque al sembrador se le figura
que es el creador de la panera.
Y el grano arrojo
con tanto brío,
que me parece
que el mundo es mío…
No hay empresa más gallarda
que el afán del sembrador.
Por sembrar en tierra parda
quién no fuera labrador
Vuela la simiente de mi puño,
cae sobre la tierra removida,
siente la caricia del terruño
y abre sus entrañas a la vida.
Y al sol de mayo,
que es un tesoro,
millares brillan
de lanzas de oro.
Sembrador
que has puesto en la besana
tu amor:
la espiga de mañana
será tu recompensa
mejor.
Dale al viento
el trigo y el acento
de tu primer lamento
de amor…
¡Y aguarda el porvenir,
sembrador
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