Gracias, muchas gracias,
san blas nos cuida siempre.
Pero a veces nosotros con nuestras cosas, le avergonzamos.
Hasta en su día, un día tan especial para todo el
pueblo, un día tan sentido y vivido con tanta emoción en el corazón de cada almonaceño y almonaceña y algunos siguen haciendo de las suyas.
¡que pena san blas que tengas tú que ver esas cosas!!!
Tú que eres solo bondad, entrega y perdón. ¡que verguenza!
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