ALMONACID DEL MARQUESADO: No me mueve, mi Dios, para quererte, El cielo que...

No me mueve, mi Dios, para quererte,
El cielo que me tienes prometido;
Ni me mueve el infierno tan temido,
Para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor: muéveme el verte
Clavado en una Cruz y escarnecido;
Muéveme el ver tú cuerpo tan herido;
Muéveme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor de tal manera,
Que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
Y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
Porque, aunque lo que espero no esperara,
Lo mismo que te quiero te quisiera.

Ven a mis brazos, Crucifijo santo…,
Déjame que postrado ante tus plantas
Bese una y otra vez tus llagas santas,
Y por mis culpas vierta amargo llanto.

¡Cuánto te hice sufrir, oh Jesús mío!
A la voz de tu amor que me decía:
"Ven, ven a Mí" ¡No quiero! Respondía
Haciéndote llorar con mi desvío….

En prenda de perdón por tanto agravio,
Un último favor quiero me hagas:
Morir besando tus sagradas llagas
En un acto de amor y desagravio.