Pancho de verdad, si naces en navidad naces pabo, si con b, por trespeto a esa gallinacea llamada pavo y que desciende de américa.
Lo tuyo chico es de juzgado de guardia, siempre dando lecciones a todo el mundo sobre lo que tiene que hacer y jamás en la vida te has parado a pensar que eres de la pocas personas que se consideran de almonacid que no tienes potestad para aleccionar.
Todo esto te lo digo por que, despues de meter la pata por enésima vez consecutiva (lo de la bandera del pollo) intentando maliciosamente dañar la imagen del alcalde y lo único que has conseguido es insultar al pueblo. Te lo digo de corazón ójala el pueblo te pague a ti con la misma moneda, ignorándote para siempre, porque de verdad, después de tus acciones en contra del pueblo de almonacid no me estraña que nadie te dirija la palabra.
Ah, por cierto, te invito a que te vuelvas a presentar a las eleciones municipales y espero que por fin te des cuenta que el pueblo no quiere a gente de tu calaña.
Espero no haber sido ofensivo, simplemente he escrito mi sentimiento después del bochornoso espectáculo exihibido durante la procesión de San Blas.
Lo tuyo chico es de juzgado de guardia, siempre dando lecciones a todo el mundo sobre lo que tiene que hacer y jamás en la vida te has parado a pensar que eres de la pocas personas que se consideran de almonacid que no tienes potestad para aleccionar.
Todo esto te lo digo por que, despues de meter la pata por enésima vez consecutiva (lo de la bandera del pollo) intentando maliciosamente dañar la imagen del alcalde y lo único que has conseguido es insultar al pueblo. Te lo digo de corazón ójala el pueblo te pague a ti con la misma moneda, ignorándote para siempre, porque de verdad, después de tus acciones en contra del pueblo de almonacid no me estraña que nadie te dirija la palabra.
Ah, por cierto, te invito a que te vuelvas a presentar a las eleciones municipales y espero que por fin te des cuenta que el pueblo no quiere a gente de tu calaña.
Espero no haber sido ofensivo, simplemente he escrito mi sentimiento después del bochornoso espectáculo exihibido durante la procesión de San Blas.