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ALMONACID DEL MARQUESADO: San Isidro Labrador...

San Isidro Labrador
madrileño y hombre de campo
trabajó con gran amor
con unos bueyes arando.
Siempre feliz y contento
y por un amo mandado
acudía a los terrenos
para muy bien trabajarlos.
Por ello supo ganarse
del amo mucha atención
y de todos granjearse
afecto y admiración.
Y como era cumplidor
y al amo favorecía,
terrenos a su favor
llegó a dejarle en su día.
El terreno que a él cediera
el amo por atención,
los mejores frutos fueran
como milagro de Dios.
En casa todo era paz.
El rosario se rezaba,
con mucha felicidad
en su hijo Juan se miraban.
Pero un día quiso Dios
que algo triste sucediera,
a un pozo Juan cayó,
San Isidro le salvó
demostrando lo que era.

Santa María de la Cabeza
al ver su hijo salvado
en un milagro creyera
que su esposo ha consagrado.
Tú labrador que esto ves,
algo así debes copiar,
que todo se puede hacer
aunque haya que trabajar.
Que ésta vida es larga o corta
según se quiera mirar,
no solo es llenar la bolsa,
que aquí lo vas a quedar.
¡Viva, viva! San Isidro
nuestro Santo Labrador,
que para Dios ganó el cielo
y para todos amor.