Que bonito era vivir el día de San Antón con todas las caballerías del pueblo cos sus ramos dibujados con tijeras en los cuartos traseros y vestidas con las mejores mantas y cabezales y collares de cascabeles o campanillas con la ilusión de cual las sacaba mejor. También Pablo Fraile y Gregorio el Forta que descanse en paz. Estos con sus caballos en competición hasta la cruz de piedra y después bajaban al cerro del Santo y mas tarde ala placetuela donde se clavaban los gallos por los quintos que por su puesto eran los protagonistas del día quien pudiera volver a vivir aquellos tiempos. No es mi intención molestar alas personas o familiares de estas mencionadas aquí de no ser así pido perdón.