Todos y cada uno de nosotros tenemos la obligación de invertir en nuestro pueblo... Esfuerzo, ilusión, conocimientos, dinero, proyectos factibles dirigidos a sus habitantes y sus necesidades, y sobre todo mucho amor a la obra que onuestros antepasados nos han encomendado cuidar y transmitir, a ellos les costó sangre, sudor y lágrimas. Un abrazo inmenso. La beltraneja.