Castillo.
Monumento levantado entre 1456 y 1470 por el Marqués de Villena, Juan Pacheco, en planta pentagonal tiene un peculiar estilo
gótico-mudéjar-plateresco y gótico-arábigo en sus dos recintos.
De su interior destaca el gran
patio triangular y la
torre del
homenaje. En cuanto a las estancias las componen una serie de habitaciones, galerías,
arcos y
capillas de estilo neogótico redecoradas en el s. XIX. Desde su parte trasera, al lado de una falsa
puerta, se extiende la
muralla que une el castillo con el municipio completando el recinto defensivo de la localidad.
Desde su construcción ha tenido diferentes épocas de esplendor y decadencia y ha servido para multitud de usos. Tras encontrarse prácticamente abandonado en los s. XVII y s. XVIII hasta hoy día, pasando por la impresionante restauración realizada por Eugenia de Montigo en 1857, ha sido usado como
casa privada,
monasterio, cárcel y como academia de Frente de Juventudes.