La
Colegiata gótica de
San Bartolomé, del siglo XV, que acoge una espectacular sillería de
coro, la primera de toda la península ibérica que fue tallada con imágenes y que proceden de la
Catedral de
Cuenca (de donde se trajeron en el siglo XVIII), y un imponente
órgano del siglo XVIII utilizado todavía para algunas celebraciones y conciertos de
música sacra.