Tio Salustio: buenos días de domingo don Pipo, como veo que todavía no ha comprado el periódico lo acompaño hasta el kiosco, vamos dijo don Pipo y al llegar don Pipo a la paraeta del kiosco le dijo al sr del kiosco, le presento al amigo del cual le he hablado algunas veces.
El señor del Kiosco se deshizo en alabanzas a don Pipo del cual dijo que era el mejor cliente que tenía, pues todos los días le compraba el Heraldo de Aragón,