Cuantas veces te he recordado, por tu buen comportamiento en todos los trabajos que contigo realice, eras una mula, que hasta acertaron con tu nombre llamándote “Revoltosa”. Nunca fuiste un animal metido en carnes porque descubiertas tenias tu ancas y unos pechos que hacían juego con tu gran alzada
Que buena eras para el arado, y que engalle, y con que señorío cuando te tocaba gatear el lomo, y no digamos más cuando pisabas la honda, era un lujo verte de arar,... comentario