Estimada amiga Milagros:
Quiero hacerte participe de un magno acontecimiento que se halla escrito en un libro muy antiguo escrito en BELMONTE haya por el año 1250 por un personaje ilustre de rancio abolengo que, emparentado con todas las casas reales, quiso dejar constancia de sus hazañas, fiestas y esponsales.
El libro en cuestión después de pasar por varias manos cayo en olvido, y fue a parar a un rincón de la leñera de aquella casa señorial, hasta que un buen día el señor quiso hacer limpieza para poner los tarugos de encina que quemaría en la estufa por que se avecinaba un invierno crudo, y el libro junto con otros papeles fue depositado en serillas y tirado al basurero de la VILLA.
Pero un buhonero que solía visitar el BASURERO revolviendo los montones de papeles dio con el libro y como era docto y muy propenso a leer historias antiguas empezó a leerlo y cada vez se maravillaba más con aquella lectura, porque había en aquel LIBRO depositado escritos con fechas de bautismos, confirmaciones y algún que otro casamiento, ASí como la introducción y puesta en práctica de los nuevos MOLINOS DE VIENTO en la MANCHA, por aquellas calendas MARQUESASO de VILLENA titulo que creo el REY don ENRIQUE el de las MERCEDES..
Pero al correr del tiempo y tras hacer una larga gira el tal BUHONERO vino a pernoctar a un pueblo de la MANCHA llamado BELMONTE en el cual se había inaugurado una gran VENTA en honor de un hidalgo que fue muy famoso por estas tierras llamado Don Quijote de la Mancha.
El Buhonero aquella noche de hospedaje quiso hacer honor a la tierra y pidió que le sirvieran unas GACHAS acompañadas de unas lonchas de TOCINO GORDO y una jarra de vino tinto de dos litros la cual consumió con fruición debido que el TOCINO lo encontró un poco salado para su gusto.
Aquella noche fue inolvidable para el BUHONERO porque todos los personajes del LIBRO que años atrás se había escrito en esta MANSIO hoy VENTA TURíSTICA Del HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA recobraron vida en la imaginación del BUHONERO y él se vio reflejado en el ESCRIBANO que tomaba buena nota en un libro apergaminado.
Seguirá
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Quiero hacerte participe de un magno acontecimiento que se halla escrito en un libro muy antiguo escrito en BELMONTE haya por el año 1250 por un personaje ilustre de rancio abolengo que, emparentado con todas las casas reales, quiso dejar constancia de sus hazañas, fiestas y esponsales.
El libro en cuestión después de pasar por varias manos cayo en olvido, y fue a parar a un rincón de la leñera de aquella casa señorial, hasta que un buen día el señor quiso hacer limpieza para poner los tarugos de encina que quemaría en la estufa por que se avecinaba un invierno crudo, y el libro junto con otros papeles fue depositado en serillas y tirado al basurero de la VILLA.
Pero un buhonero que solía visitar el BASURERO revolviendo los montones de papeles dio con el libro y como era docto y muy propenso a leer historias antiguas empezó a leerlo y cada vez se maravillaba más con aquella lectura, porque había en aquel LIBRO depositado escritos con fechas de bautismos, confirmaciones y algún que otro casamiento, ASí como la introducción y puesta en práctica de los nuevos MOLINOS DE VIENTO en la MANCHA, por aquellas calendas MARQUESASO de VILLENA titulo que creo el REY don ENRIQUE el de las MERCEDES..
Pero al correr del tiempo y tras hacer una larga gira el tal BUHONERO vino a pernoctar a un pueblo de la MANCHA llamado BELMONTE en el cual se había inaugurado una gran VENTA en honor de un hidalgo que fue muy famoso por estas tierras llamado Don Quijote de la Mancha.
El Buhonero aquella noche de hospedaje quiso hacer honor a la tierra y pidió que le sirvieran unas GACHAS acompañadas de unas lonchas de TOCINO GORDO y una jarra de vino tinto de dos litros la cual consumió con fruición debido que el TOCINO lo encontró un poco salado para su gusto.
Aquella noche fue inolvidable para el BUHONERO porque todos los personajes del LIBRO que años atrás se había escrito en esta MANSIO hoy VENTA TURíSTICA Del HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA recobraron vida en la imaginación del BUHONERO y él se vio reflejado en el ESCRIBANO que tomaba buena nota en un libro apergaminado.
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