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Castefa,
Lo de la buena memoria es solamente cuestión de circustancias. La memoria a largo plazo se forma rememorando las experiencias. Veamos un ejemplo:
Los niños felices que beben su lechita antes de ir a dormir, que rezan su oración y son arropados con su osito de felpa, se duermen rápidamente y no ejercitan la memoria.
Los niños que han pasado una hora de rodillas, haciendo imaginaria, se acuestan en posición fetal. Por su memoria pasan los recuerdos y lloran. Se quedan dormidos llorando. Esos mismos niños, cuando se hacen adultos ya no lloran (a a veces sí), se duermen sin rezar, sin contar ovejas, pero rememorando el pasado que con el tiempo se va deformando. No hay mal que por bien no venga, gracias a los buenos y malos recuerdos se consigue tener una memoria aceptable.
Un abrazo
Vicente
Lo de la buena memoria es solamente cuestión de circustancias. La memoria a largo plazo se forma rememorando las experiencias. Veamos un ejemplo:
Los niños felices que beben su lechita antes de ir a dormir, que rezan su oración y son arropados con su osito de felpa, se duermen rápidamente y no ejercitan la memoria.
Los niños que han pasado una hora de rodillas, haciendo imaginaria, se acuestan en posición fetal. Por su memoria pasan los recuerdos y lloran. Se quedan dormidos llorando. Esos mismos niños, cuando se hacen adultos ya no lloran (a a veces sí), se duermen sin rezar, sin contar ovejas, pero rememorando el pasado que con el tiempo se va deformando. No hay mal que por bien no venga, gracias a los buenos y malos recuerdos se consigue tener una memoria aceptable.
Un abrazo
Vicente
