Desconocido,
¡Qué ironías tiene la vida!
Mientras yo me rompía el espinazo para que mi hijo fuera a la universidad, él se divertía con los amigos.
Mientras tus padres doblaban servilmente el espinazo ante los inquilinos, tú te dedicabas a salvar el mundo corriendo delante de los grises.
Si juntamos a los otros dos "estudiantes" podemos hacer un banco y nos sobraría una pata.
Saludos
Vicente
¡Qué ironías tiene la vida!
Mientras yo me rompía el espinazo para que mi hijo fuera a la universidad, él se divertía con los amigos.
Mientras tus padres doblaban servilmente el espinazo ante los inquilinos, tú te dedicabas a salvar el mundo corriendo delante de los grises.
Si juntamos a los otros dos "estudiantes" podemos hacer un banco y nos sobraría una pata.
Saludos
Vicente