Comentario a esta fotografía
Nos encontramos en el atrio de la Colegiata de San Bartolomé Apóstol, patrón de la villa de Belmonte de Cuenca, este lugar lo recuerdo con bastante cariño, porque aquí es donde esperábamos al maestro todos los alumnos por la mañana cuando venía de su casa a la escuela.
Don Guillermo traía siempre el paso del caballero que se enfrenta con alguna fiera deprisa y sin entretenerse y deseando de llegar al lugar indicado y los cuarenta alumnos formábamos en hilera al sentir el pitido, y subíamos formados al aula de la escuela.
Y que te voy a decir siempre al pasar al aula se repetían las misma palabras, estas ya han perdido su vigencia y no tengo porque incomodar a nadie y que nadie se incomode conmigo. Esto quizá lo da el haber madurado lo bastante para saber que en este mundo cada uno piensa de una forma diferente al que tienes al lado.
Vemos que el suelo parece que esta enladrillado y los contrafuertes están bien cuidados pues el primero es la capilla del santo Cristo de los Peligros y lo otros dos es donde está el altar de la Virgen de la Antigua, muy cerca de allí está el altarcillo donde está la imagen de San Juan del Castillo, hijo preclaro de la villa que lo vio nace, y a continuación esta la virgen del corazón herido por los puñales que lleva clavados en su corazón.
También en esta capilla hay un retablo pequeño que al parecer era el que llevaba don Juan Pacheco cuando estaba en campaña y al final lo dono para que los expusieran en la iglesia, y está en buen estado de conservación.
Del poeta de Belmonte
Nos encontramos en el atrio de la Colegiata de San Bartolomé Apóstol, patrón de la villa de Belmonte de Cuenca, este lugar lo recuerdo con bastante cariño, porque aquí es donde esperábamos al maestro todos los alumnos por la mañana cuando venía de su casa a la escuela.
Don Guillermo traía siempre el paso del caballero que se enfrenta con alguna fiera deprisa y sin entretenerse y deseando de llegar al lugar indicado y los cuarenta alumnos formábamos en hilera al sentir el pitido, y subíamos formados al aula de la escuela.
Y que te voy a decir siempre al pasar al aula se repetían las misma palabras, estas ya han perdido su vigencia y no tengo porque incomodar a nadie y que nadie se incomode conmigo. Esto quizá lo da el haber madurado lo bastante para saber que en este mundo cada uno piensa de una forma diferente al que tienes al lado.
Vemos que el suelo parece que esta enladrillado y los contrafuertes están bien cuidados pues el primero es la capilla del santo Cristo de los Peligros y lo otros dos es donde está el altar de la Virgen de la Antigua, muy cerca de allí está el altarcillo donde está la imagen de San Juan del Castillo, hijo preclaro de la villa que lo vio nace, y a continuación esta la virgen del corazón herido por los puñales que lleva clavados en su corazón.
También en esta capilla hay un retablo pequeño que al parecer era el que llevaba don Juan Pacheco cuando estaba en campaña y al final lo dono para que los expusieran en la iglesia, y está en buen estado de conservación.
Del poeta de Belmonte