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Desconocido
Me sigues tirando de la lengua. Si te conté la historia de los mexicanos fué por moverte el piso. Tus padres fueron de pueblo, como los míos, y vivieron en una época en que en los pueblos las mujeres no podían ni siquiera maquillarse. Las viudas llevaban luto hasta por cinco años y se llegaba a los extremos de que si una muchacha rompía el noviazgo, se quedaba para vestir santos.
Te lo conté porque no me es posible concebir cómo se puede enviar a un hijo (y lo lógico es que tuvieras hermanos) a la universidad con un sueldo, ni antes ni ahora se puede hacer.
No voy a borrar los mensajes, tampoco deseo que lo hagas tú, a no ser que te resulte demasiado ofensivo o incómodo. Por mis alumnos no debes preocuparte porque a mí no me preocupa. Tampoco soy un hombre público, ni soy de interés para nadie, Vicente Solera es un desconocido que no tiene importancia. En este paìs a la gente le resbala todo.
Ahora estoy en universidades privadas en las que sólo interesa el negocio; el prestigio de los docentes no cuenta para nada, solamente se procura sacar promociones rentables, la calidad no tiene importancia. El día que quiera dejo de dar clases y el mundo sigue girando.
A los alumnos solamente les interesa pasar el curso. En las empresas la rotación de personal es enorme y les cuesta encontrar personal medianamente capacitado.
Por tanto, todo está zanjado, sin resentimientos. Ha sido un placer conocerte (o desconocerte)
Saludos
Vicente
Me sigues tirando de la lengua. Si te conté la historia de los mexicanos fué por moverte el piso. Tus padres fueron de pueblo, como los míos, y vivieron en una época en que en los pueblos las mujeres no podían ni siquiera maquillarse. Las viudas llevaban luto hasta por cinco años y se llegaba a los extremos de que si una muchacha rompía el noviazgo, se quedaba para vestir santos.
Te lo conté porque no me es posible concebir cómo se puede enviar a un hijo (y lo lógico es que tuvieras hermanos) a la universidad con un sueldo, ni antes ni ahora se puede hacer.
No voy a borrar los mensajes, tampoco deseo que lo hagas tú, a no ser que te resulte demasiado ofensivo o incómodo. Por mis alumnos no debes preocuparte porque a mí no me preocupa. Tampoco soy un hombre público, ni soy de interés para nadie, Vicente Solera es un desconocido que no tiene importancia. En este paìs a la gente le resbala todo.
Ahora estoy en universidades privadas en las que sólo interesa el negocio; el prestigio de los docentes no cuenta para nada, solamente se procura sacar promociones rentables, la calidad no tiene importancia. El día que quiera dejo de dar clases y el mundo sigue girando.
A los alumnos solamente les interesa pasar el curso. En las empresas la rotación de personal es enorme y les cuesta encontrar personal medianamente capacitado.
Por tanto, todo está zanjado, sin resentimientos. Ha sido un placer conocerte (o desconocerte)
Saludos
Vicente
En las empresas la rotación de personal es enorme y les cuesta encontrar personal medianamente capacitado.
El dia que mas disfrute en el trabajo es cuando se puso la rotación de los puestos de trabajos, antes habían sido cogidos por cuatro enchufados. Cuando vino la rotación todos teníamos derechos a disfrutar de los mismo.
El dia que mas disfrute en el trabajo es cuando se puso la rotación de los puestos de trabajos, antes habían sido cogidos por cuatro enchufados. Cuando vino la rotación todos teníamos derechos a disfrutar de los mismo.