BELMONTE: Agustín, tampoco tiene la culpa de que sus padres fueran...

Hola MR

Ahora hablando en serio. No sé que le encuentras de deshonroso al hecho de que mi madre, al quedarse viuda con 9 hijos se viera obligada a internarme en un orfanato. Lo mismo le ha ocurrido a miles y miles de niños. Eso es una cosa natural. No todos tuvimos un padre portero que nos enviara a la universidad.

Agustín, tampoco tiene la culpa de que sus padres fueran labradores y que no le dieran estudios universitarios. En los años 50 y 60 (incluso ahora) solamente los afortunados podían estudiar, el resto debíamos trabajar. Parece que eso es deshonroso. No me parece lógico que un afortunado universitario se ensañe denostando a una persona que aspira a la autorealización (Recuerda a Abraham Maslow).

Si no hay otra opción, sigue insultando tanto a Agustín como a mí. Y pensar que ya casi te considerba como a un hermano. ¡Ingrato!

Saludos
Vicente

Agustín, tampoco tiene la culpa de que sus padres fueran labradores y que no le dieran estudios universitarios.
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Mi padre fue pastor, y un servidor eligió ser labrador y tuve que aprender las cosas de las manos que me ayudaron a crecer, pues todos los oficios tienen sus pequeños secretos que o bien te los dicen, o los aprendes tu fijándote como se hacen, un servidor aprendió las artes de arar y de preparar un yugo, pues había que hacer las colleras con porrino y saber trenzar el esparto para ensoguear y sembrar a boleo los cereales.

Pero las cosas no son redondas ni cuadradas son como son: los que emigramos a otros sitios de la piel de toro tuvimos que adaptarnos a todo, yo vine a trabajar en una fundición tipográfica y luego ingrese en SEAT, Fabrica de automóviles de turismos S. A.

O sea todo lo que aprendiste en el pueblo aquí no te servia para nada tenias que empezar de cero. esta es la historia.

En esta vida hay muchos caminos, el que esta preparado le cuesta menos conseguir las cosas, un servidor se aprendió fue yendo a clase los domingos y los días de cada día. estando de mastresa.

Los bares en aquella fechas los cerraban a las 22 horas, y si te descuidabas no cenabas y tenias que dejar el bocadillo preparado si querías comer algo por la mañana.

A hora vas y lo cuentas