Hola Agustín,
Me has tirado de la lengua y quiero contarte algo. Allá por 1885, el Gobierno de Costa Rica contrató a un profesor español, don Juan Fernández Ferraz, y lo trajo como director del primer colegio de secundaria (no había universidad).
Don Juan se quedó aquí y formó su familia. El hijo estudió contabilidad y escribió el primer libro que se imprimía sobre esta disciplina. En esa época las ediciones eran pequeñas; tengo el libro número 242, editado en 1910.
El hijo, Juan Fernández Morúa, se lo dedicó a su padre en estos términos:
“A la memoria de mi querido padre DON JUAN FERNANDEZ FERRAZ, cuya vida laboriosa se extinguió en lucha cruel con las vicisitudes del destino y fue amargada en sus últimos días, que al parecer estaban lejanos, por la ingratitud de muchos de aquellos que bebieron en la fuente de su saber y su amor a la enseñanza. Juan Fernández Morúa.”
Se podía hablar mucho sobre esta dedicatoria. De momento sólo se me ocurre una cosa: “Quien da pan a perro ajeno, pierde pan y pierde perro”. Con suerte si no le pegan una mordida.
Un abrazo
Vicente
Me has tirado de la lengua y quiero contarte algo. Allá por 1885, el Gobierno de Costa Rica contrató a un profesor español, don Juan Fernández Ferraz, y lo trajo como director del primer colegio de secundaria (no había universidad).
Don Juan se quedó aquí y formó su familia. El hijo estudió contabilidad y escribió el primer libro que se imprimía sobre esta disciplina. En esa época las ediciones eran pequeñas; tengo el libro número 242, editado en 1910.
El hijo, Juan Fernández Morúa, se lo dedicó a su padre en estos términos:
“A la memoria de mi querido padre DON JUAN FERNANDEZ FERRAZ, cuya vida laboriosa se extinguió en lucha cruel con las vicisitudes del destino y fue amargada en sus últimos días, que al parecer estaban lejanos, por la ingratitud de muchos de aquellos que bebieron en la fuente de su saber y su amor a la enseñanza. Juan Fernández Morúa.”
Se podía hablar mucho sobre esta dedicatoria. De momento sólo se me ocurre una cosa: “Quien da pan a perro ajeno, pierde pan y pierde perro”. Con suerte si no le pegan una mordida.
Un abrazo
Vicente
“Quien da pan a perro ajeno, pierde pan y pierde perro”.
Esta sentencia la hemos oído muchas veces pero siempre esta vigente y el hombre no escarmienta nunca, pero el tiempo y el sol todo lo cura.
El Evangelio tiene otra muy parecida " No eches las margaritas al los puercos no sea que pisoteándolas arremetan contra ti"
Al buen entendedor con pocas palabras le basta, "Cuenta, cuenta" escribes tus vivencias personales y algunos se jactan de coger lo que quieren y pasártelo por la cara, y digo yo que ganas, enseñando al que sabe más que tu y te forma la de San Quintín.
La chispa salta al delco que esta en movimiento y el motor se pone en marcha (Foro) y quien lo para ó corta una vez encendida la traca: el tu más, esta es la pura realidad.
Esta sentencia la hemos oído muchas veces pero siempre esta vigente y el hombre no escarmienta nunca, pero el tiempo y el sol todo lo cura.
El Evangelio tiene otra muy parecida " No eches las margaritas al los puercos no sea que pisoteándolas arremetan contra ti"
Al buen entendedor con pocas palabras le basta, "Cuenta, cuenta" escribes tus vivencias personales y algunos se jactan de coger lo que quieren y pasártelo por la cara, y digo yo que ganas, enseñando al que sabe más que tu y te forma la de San Quintín.
La chispa salta al delco que esta en movimiento y el motor se pone en marcha (Foro) y quien lo para ó corta una vez encendida la traca: el tu más, esta es la pura realidad.