omentarios a esta fotografía
Estamos viendo una fotografía de archivo que quedo impresa antes de comenzar el derribo, pues así conocimos el que entonces era convento de las monjas de clausura antes que lo dejaran abandonado.
En este comento hubo una escuela para niñas, y mi hermana asistió a estas clases y todavía guarda el recuerdo de Sor Ramona la maestra, que dice que siempre le daba la mitad de la pastilla de chicle de la monjita se llevaba a su boca.
Un servidor siempre de que iban a entrar paja, ó sarmientos siempre les ayudaba y me daban un escapulario de la Virgen del Carmen, pero un buen día del año 1953 marcharon para Olmedo pueblecito de la provincia de Valladolid.
Cuando se despedían Sor Ramona dijo una frase lapidaria que caló en los que estaban presente el día que se fueron “A dios patio de mi juventud” y es que esta monjita entro muy joven al convento y se iba mayor, una frase cargada de sentimiento.
Había en este convento una monjita prima hermana de mi madre a la cual no pude nunca ocultar la edad que tenía un servidor, porque el día que moría su madre nacía yo y mi abuela Petra que estaba velando el cuerpo de la difunta en este caso su hermana tuvo que acudir al parto de su hija que era mi madre, y se cumplió el dicho que reza así:” Deja a la que está muriendo y acude a la que esta pariendo”.
Irse del convento las monjitas y quedo a merced del tiempo el convento, que lo llevo a la ruina y a la dejadez del ayuntamiento que lo utilizo como granero, y pasaban los carros adentro de la nave de la iglesia y dejaron las baldosas hechas añicos. De aquí nace esa frase tan manida “Amo tu hacienda te vea”
Estamos viendo una fotografía de archivo que quedo impresa antes de comenzar el derribo, pues así conocimos el que entonces era convento de las monjas de clausura antes que lo dejaran abandonado.
En este comento hubo una escuela para niñas, y mi hermana asistió a estas clases y todavía guarda el recuerdo de Sor Ramona la maestra, que dice que siempre le daba la mitad de la pastilla de chicle de la monjita se llevaba a su boca.
Un servidor siempre de que iban a entrar paja, ó sarmientos siempre les ayudaba y me daban un escapulario de la Virgen del Carmen, pero un buen día del año 1953 marcharon para Olmedo pueblecito de la provincia de Valladolid.
Cuando se despedían Sor Ramona dijo una frase lapidaria que caló en los que estaban presente el día que se fueron “A dios patio de mi juventud” y es que esta monjita entro muy joven al convento y se iba mayor, una frase cargada de sentimiento.
Había en este convento una monjita prima hermana de mi madre a la cual no pude nunca ocultar la edad que tenía un servidor, porque el día que moría su madre nacía yo y mi abuela Petra que estaba velando el cuerpo de la difunta en este caso su hermana tuvo que acudir al parto de su hija que era mi madre, y se cumplió el dicho que reza así:” Deja a la que está muriendo y acude a la que esta pariendo”.
Irse del convento las monjitas y quedo a merced del tiempo el convento, que lo llevo a la ruina y a la dejadez del ayuntamiento que lo utilizo como granero, y pasaban los carros adentro de la nave de la iglesia y dejaron las baldosas hechas añicos. De aquí nace esa frase tan manida “Amo tu hacienda te vea”