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Comentario a esta fotografía
Estamos ubicados a la entrada de pilón de agua salobre que sale por el caño del lado izquierdo y por el derecho se va yendo la sobrante, o sea que nunca suele rebosar el agua y no seguir el orden establecido.
Aquí en este pilón han abrevado muchos años las mulas y caballos y mas en las ferias de San Miguel cuando traían las muletas, pues siempre este pilón ha tenido agua y eso da la sensación de que tiene buen manantial.
El pilón con sus escudo nos apunta que esta echa la fuente desde el principio cuando Belmonte era una villa pequeña, también vemos encima del brocal del pilón las rampas de piedra para que no se introduzca el agua de lluvia en la pared.
Ahora vemos que está muy limpio y es que es muy poco utilizado, pues antes hasta para darle a la era venían aquí con cubas para llevarse el agua, ahora la pueden coger si quieren regar las calles de la villa de Belmonte de Cuenca
Y como curiosidad el joven que venía a echarse novia a la villa de Belmonte había como tradición de pagar la patente, y si se negaba lo intimidaban diciéndole que si no pagaba lo echaban al pilón de agua, ante tal amenaza nunca se negaba el que tenía que pagar.
Estamos ubicados a la entrada de pilón de agua salobre que sale por el caño del lado izquierdo y por el derecho se va yendo la sobrante, o sea que nunca suele rebosar el agua y no seguir el orden establecido.
Aquí en este pilón han abrevado muchos años las mulas y caballos y mas en las ferias de San Miguel cuando traían las muletas, pues siempre este pilón ha tenido agua y eso da la sensación de que tiene buen manantial.
El pilón con sus escudo nos apunta que esta echa la fuente desde el principio cuando Belmonte era una villa pequeña, también vemos encima del brocal del pilón las rampas de piedra para que no se introduzca el agua de lluvia en la pared.
Ahora vemos que está muy limpio y es que es muy poco utilizado, pues antes hasta para darle a la era venían aquí con cubas para llevarse el agua, ahora la pueden coger si quieren regar las calles de la villa de Belmonte de Cuenca
Y como curiosidad el joven que venía a echarse novia a la villa de Belmonte había como tradición de pagar la patente, y si se negaba lo intimidaban diciéndole que si no pagaba lo echaban al pilón de agua, ante tal amenaza nunca se negaba el que tenía que pagar.