Ofertas de luz y gas

BELMONTE: Comentario...

Comentario

Esbocemos la fisonomía de Sancho un hombre que frisaba los cuarenta años de edad y que trabajaba en su hacienda pero que las malas cosechas no le llegaban para sacar a su familia adelante y oyendo que don Alonso Quijano estaba buscando mano de obra se presento en su casa por ver lo que se le ofrecía.

Estaba don Alonso en el cuartucho donde tenía varios libros de caballería muy bien cuidados con las tapas de piel repujada y su titulo otra vez copiado en el lomo de dicho libro en el cual el titulo rezaba el “Caballero que lucho por la virtud de las doncellas”, En esto que llamaron a la puerta y don Alonso que estaba embebido en la lectura dejo el libro y fue abrir la puerta creyéndose que era la sobrina y su ama de llaves.

Al abrir la puerta se encontró con Sancho un hombre rechoncho y bajo de estatura pero buen color de cara y dispuesto para lo que don Alonso Quijano le ofreciese. Entro Sancho a la casa y yendo detrás de don Alonso fueron al cuartucho y como era vencida la tarde don Alonso encendió una vela para que se viera mejor.

Don Alonso Quijano sin preámbulo entro en materia para explicarle a Sancho cual era su proyecto y las ganancias que sacarían de él, cuando Sancho oyó la plática y lo encumbrado que estaría una vez desarrollado el proyecto acepto sin más condiciones, en esto que otra vez llamaron a la puerta y salió Sancho abrir y se encontró con el barbero que venía a preparar a don Alonso Quijano para el viaje que tenía proyectado hacia tiempo y que el barbero al principio lo le dio crédito.

Al rato llego la sobrina con el amada de llaves y al encontrar allí a los tres caballeros le dio por obséquiales con una cestilla de rollicos que había hecho por la mañana en la sartén y una botella fresquita de vino tintorro pues don Alonso Quijano muy convencido de lo que iba a realiza lo quiso compartir con el barbero que desconfiaba, pero Sacho se quedo todo bobalicón imaginándose sus ganancias.