Comentario
La villa de Belmonte de Cuenca después de su fiesta patronal de la Virgen de Gracia empieza a coger su ritmo cotidiano, han sido unos días de gran regocijo como es esta fiesta que se inicia con una novena y su predicación. Donde el pueblo entero acude a oír la palabra de Dios.
Belmonte siempre fue un pueblo de raíces cristianas profundas, aunque los tiempos traigan innovaciones nuevas que a la gente mayor les asusta un poco, los nuevos tiempos han traído cosas nuevas unas aceptables pero otras son menos aceptables, Pero los Belmonteños acuden en masa acompañados de otras personas que también tienen gran devoción a la virgen de Gracia y suelen acudir todos los años a su fiesta.
El Evangelio es una lectura muy amplia adaptable a todas las épocas, es como esos pozos artesanos que cuanta más agua se saca de ellos mejor sabe, cada sacerdote lo explica desde su óptica personal. Jesús en el Evangelio solo nos dios un mandamiento nuevo “que nos amaramos los unos a los otros como él nos amo”
La villa de Belmonte de Cuenca después de su fiesta patronal de la Virgen de Gracia empieza a coger su ritmo cotidiano, han sido unos días de gran regocijo como es esta fiesta que se inicia con una novena y su predicación. Donde el pueblo entero acude a oír la palabra de Dios.
Belmonte siempre fue un pueblo de raíces cristianas profundas, aunque los tiempos traigan innovaciones nuevas que a la gente mayor les asusta un poco, los nuevos tiempos han traído cosas nuevas unas aceptables pero otras son menos aceptables, Pero los Belmonteños acuden en masa acompañados de otras personas que también tienen gran devoción a la virgen de Gracia y suelen acudir todos los años a su fiesta.
El Evangelio es una lectura muy amplia adaptable a todas las épocas, es como esos pozos artesanos que cuanta más agua se saca de ellos mejor sabe, cada sacerdote lo explica desde su óptica personal. Jesús en el Evangelio solo nos dios un mandamiento nuevo “que nos amaramos los unos a los otros como él nos amo”